El tifón Haiyan llegó a reducir un 2% el PIB de Filipinas

EXPRESO - 08.11.2014

filipinas_tifonEn un reciente desayuno informativo que Acción contra el Hambre ha celebrado en sus oficinas, se ha hecho balance en el aniversario del tifón Haiyan en Filipinas y se han planteado los retos que se presentan para la fase de reconstrucción.

‘Un año después de que el tifón Haiyan arrasara Filipinas a su paso, estamos trabajando de lleno en la rehabilitación de infraestructuras y de los medios de vida de la población afectada’, afirma Mónica Acosta, responsable geográfico de Acción contra el hambre para Filipinas.
‘Nuestro objetivo: superar el punto de partida para que un mayor número de gente viva en mejores condiciones que antes de Haiyan’, concluye.    
‘Mientras se ha podido restablecer el ciclo de cosechas, cultivos como el del coco, del que vive gran parte de la población en esta región, tardarán años en recuperarse’, añade Mónica Acosta.
‘Nuestros esfuerzos en estos momentos están centrados en la capacitación del personal de salud local, el apoyo psicosocial a la población más vulnerable para la reconstrucción del tejido social, la reactivación de los mercados locales mediante transferencias monetarias, junto a la rehabilitación y construcción de la red de agua y saneamiento’. 
Gestión del riesgo ante desastres, clave para futuras catástrofes 
‘Tras el paso del tifón, se ha producido un cambio de mentalidad en cuanto a la reacción de la población ante los diferentes desastres naturales a los que se ven expuestos. Ahora son conscientes de la importancia de saber cómo actuar y a dónde dirigirse’, señala Ana Sánchez, referente de gestión del riesgo ante desastres naturales de Acción contra el Hambre.     
‘Fenómenos como el de los ciclones pueden predecirse, pero no el alcance que pueden llegar a tener, por lo que es fundamental reforzar la resiliencia de la población para mitigar y minimizar sus daños. En sectores como el del cultivo de coco estamos trabajando para adaptar las plantaciones ante futuros eventos climáticos mediante variedades más pequeñas, así como con los pescadores con los que reforzamos sus capacidades para que aprendan a proteger sus embarcaciones y aperos'.
'En la rehabilitación y construcción de las infraestructuras de agua y saneamiento, estos factores se tienen en cuenta para evitar que se produzcan daños semejantes ante futuros desastres’, añade Ana Sánchez.  
‘Las necesidades de la población afectada van a continuar ahí durante mucho tiempo, por lo que continuaremos trabajando para reforzar la resiliencia de la población, así como sus competencias y capacidades, al mismo tiempo que seguiremos respondiendo a sus necesidades más inmediatas’, añade Amador Gómez, director técnico de Acción contra el Hambre.  
Expreso. Redacción. T.R

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