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Amanjena: lujo y exclusividad en el primer Amanresort de África
EXPRESO - 26.07.2012
El Amanjena es un oasis en la llamada ‘ciudad de las Mil y Una Noches’, un lugar mítico y místico para quienes buscan sensaciones deslumbrantes
El Amanjena es un oasis en la llamada ‘ciudad de las Mil y Una Noches’, un lugar mítico y místico para quienes buscan sensaciones deslumbrantes.
Marrakech, también conocida como ‘la perla del sur’, resulta una ciudad camaleónica, como las grandes metrópolis. Aquí se puede respirar un sorprendente aire, repleto de frenéticos colores y sonidos vibrantes.
Para quien opte por un viaje a Marruecos, es imprescindible un paso por esta suntuosa ciudad, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, llena de sombreadas callejuelas donde se puede beber té, escuchar a sus músicos, asombrarse con los encantadores de serpientes o dejándose en mano de los echadores de la buenaventura.
Y para quienes decidan visitar esta ciudad, la estancia ideal se encuentra en el Amanjena, característico por ser el primer Amanresort del continente africano.
Amanjena: un símbolo de la Ciudad Roja
Cualquier celebración o simplemente el disfrute de una estancia apacible en Marrakech resultará más inolvidable aún si se elige para la estancia el Amanjena –cuyo nombre significa ‘paraíso lleno de paz’-. Inaugurado en el 2000, destaca por sus muros color rosáceo, que simbolizan a la Ciudad Roja, como se considera a esta metrópoli árabe.
Sus 28 pabellones y los seis dúplex del complejo se encuentran en medio de un romántico oasis, rodeado de palmeras y olivos, bajo un diseño que emula los antiguos edificios de adobe bereberes, que cuelgan de la falda del Monte Atlas. Con el mismo estilo se han decorado sus habitaciones y se ha cuidado cada uno de los detalles arquitectónicos.
El Amanjena tiene como eje central un gran estanque que antiguamente se utilizaba como alberca para almacenar agua de riego. Desde allí, los pabellones se extienden en dos direcciones, separados por pilas que reflejan un paisaje de verdes campos y viñas.
Este resort ofrece también la posibilidad de disfrutar de la auténtica gastronomía marroquí, aunque con la opción de platos occidentales y tailandeses en su restaurante. Otro factor encantador con que cuenta este resort es su piscina exterior climatizada de 33 metros, con su acabado de azulejos verdes y rodeada de hibiscos; pero también dispone de una piscina independiente, de escasa profundidad.
Puesto que en la cultura marroquí el baño de vapor, o hammam, es esencial, en el Amanjena los visitantes pueden disfrutar de uno en particular, que ocupa un lugar de honor en medio del Centro de Bienestar y Belleza de Amanjena. Cada hamman –existe uno para mujeres y otro para hombres-, cuenta con instalaciones complementarias, gimnasio, centro de tratamientos, etc.
Expreso. Redacción. A.F
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