Delta de Escobar: restaurantes y parrillas en el embrujo de la naturaleza

EXPRESO - 29.05.2011

Pequeña HolandaEspléndido e incomparable por su increíble belleza natural, el Delta de Escobar, en Argentina, posee una importante gama de opciones desde el punto de vista gastronómico, que permiten al visitante disfrutar de la naturaleza acompañado del sabor de los mejores platos.  
Resulta casi irreal que el paraíso esté tan cerca del vértigo, del asfalto omnipresente, de la vorágine cotidiana. A tan sólo sesenta kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, el Delta de Escobar es un sitio de increíble belleza natural, caracterizado por islas casi desiertas, ríos hipnóticos y una flora y fauna en estado casi virgen.
Con el enorme y caudaloso Paraná de las Palmas como principal atractivo, esta zona del Delta posee además el particular encanto de la soledad, ya que el área está escasamente poblada, en especial en la zona de las islas.
En este contexto geográfico de enorme atractivo, existen propuestas turísticas muy especiales para pasar el día y disfrutar del entorno natural. Entre estas variadas opciones, la gastronomía ocupa un sitio especial, ya que en la zona del Delta y sus alrededores proliferan los restaurantes y parrillas de excelente nivel.
Sin dudas, a la hora de las recomendaciones, hay que empezar hablando de Pequeña Holanda, un increíble polder de algo más de treinta hectáreas construido en base a estudios de factibilidad realizados en los años sesenta por ingenieros holandeses.
Ubicado en le camino que lleva hasta el puerto de Escobar, casi sobre las márgenes mismas del río Luján, este polder es un dique de tierra de tres metros de altura, cuyo borde superior está por encima del nivel máximo de marea, lo que impide que las crecidas del Paraná logren inundar la parte indicada con el terraplén.
En Pequeña Holanda funciona un restaurante parrilla y un sitio de recreo apto para toda clase de actividades recreativas, educativas y deportivas, rodeado de una arboleda que invita a la contemplación y variadas especies de animales (entre ellos, ñandúes y carneros) especialmente traídos al lugar para completar un cuadro de estupenda concordia.
También en la zona del Delta, sobre el río Carabelas, se encuentra el restaurante y la Casa de Te de la hostería Isla Margarita.
Ubicado en una isla, a unos diez minutos de navegación del puerto de Escobar, este magnífico lugar ofrece comidas al disco, todo tipo de sabores mediterráneos, picadas, pastas y mermeladas artesanales, rodeado de un entorno en el que el río, el silencio de la naturaleza y la arena de la ancha ribera son postales casi soñadas. Además, vale destacarlo, aquellos que quieran extender su visita más allá de los exquisitos platos, pueden alojarse en las suites que posee la hostería para dos, tres y cuatro personas.
Expreso. Redacción. J.R

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