Vivir La Palma desde el turismo sostenible

EXPRESO - 26.05.2024

Conservar los recursos naturales y la diversidad biológica; así como poner en valor las tradiciones y cultura de la propia comunidad, fomentando la economía local, son algunas de las claves de la Organización Mundial de Turismo para conseguir un turismo sostenible.

En esta línea, la isla de La Palma se erige como un destino capaz de ofrecer tanto a viajeros como a sus propios habitantes, esa experiencia de conocer un lugar de manera respetuosa.

Son muchas las actividades que la Isla Bonita permite realizar para sentir la esencia del destino y de su gente. Turismo de La Palma nos propone ahora algunas de las más adecuadas para practicar el turismo sostenible.

Comprar en los mercados locales

En La Palma, los sabores son de otro planeta. Y es que su tradición agrícola permite que, todavía hoy, existan productores locales que cada mañana llevan su producto fresco a los mercados de cada municipio.

Allí se congregan los habitantes de la ciudad para adquirir los mejores aguacates, plátanos, pescados y carnes frescas, así como toda variedad de frutas, verduras, quesos y dulces.

Uno de los más destacados es el mercado de La Recova, en Santa Cruz de La Palma, ubicado en el que fue una casa-hospital fundada en 1514. Allí se puede adquirir todo el potencial del producto palmero de lunes a viernes de 06:00 a 14:00; y sábados de 6:00 a 14:00.

En este aspecto, conviene señalar los mercadillos del agricultor que se organizan en algunos municipios los fines de semana, concretamente el de Villa Mazo, el de Puntagorda, el de Puntallana, el de El Paso y el de Barlovento.

En ellos es posible encontrar también diferentes piezas de artesanía palmera, así como zumos de frutas endulzados con lo más natural: la caña de azúcar local.

Descubrir La Palma a pie

Es a través de sus senderos que la isla de La Palma revela su belleza. De norte a sur y de este a oeste, la isla dispone de más de 1.000 kilómetros señalizados que transportan al caminante a un paraíso único.

Así, se atraviesan bosques de laurisilva frondosos, como la ruta del Cubo de la Galga; paisajes volcánicos que culminan en las salinas, como la ruta de Los Volcanes; y hasta senderos que llevan a descubrir paisajes de flora autóctona o formaciones geológicas impresiones, como el recorrido de Las Tricias – Buracas o entrar al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, sin olvidarnos del sendero que lleva cerca del cono del volcán Tajogaite, última erupción volcánica en España.

En este caso, la ruta solo puede realizarse formando parte de un grupo guiado por una empresa autorizada, nunca de manera autónoma.

Para realizar esta actividad de la mejor manera posible, se invita siempre poder consultar el estado de los senderos, así como las recomendaciones para cada tramo en la web de senderosdelapalma.

Disfrutar de su cielo estrellado

Cuando cae la noche, el cielo de La Palma se ilumina de una manera especial. Es fácil notar cuando paseas de noche por las calles de sus ciudades que la iluminación es muy tenue. Ello es debido a que es en su totalidad Reserva Starlight.

De hecho, fue la primera que obtuvo esta certificación. Datos como este se pueden saber gracias al Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos, un centro de exposición y divulgación astronómica ubicado a 2426 metros de altura, cuyo fin es acercar y dar a conocer la importancia de la astronomía en la isla de La Palma, promocionando así el patrimonio natural y cultural del punto más alto de la isla de La Palma.

Para completar la visión nocturna, lo mejor es poder realizar un tour astronómico, de la mano de un guía especializado, ya que permite al viajero entender y ubicar los diferentes astros y constelaciones, así como verlos de una manera más profesional.

También es muy recomendable situarse en algunos de los miradores astronómicos que se ubican en zonas estratégicas de la isla, pues a simple vista será posible disfrutar de uno de los tesoros naturales más cuidados de La Palma: su cielo.

Disfrutar de una naturaleza única, con diversas áreas protegidas

La naturaleza adquiere otro significado en la isla de La Palma pues, a pesar de no ser un territorio muy extenso, la particularidad de sus ecosistemas hace que cuente con todas las características para albergar en su interior gran cantidad de paisajes protegidos.

Así, es posible admirar la exuberante belleza de sus frondosos barrancos, su gran cantidad de flora endémica, así como su potente sur volcánico.

Algunos de los paisajes protegidos que no pueden faltar son el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. Su forma de cráter hace que en su interior se encuentren gran multitud de pino canario, así como diferentes formaciones rocosas llenas de esplendor como su famosa Cascada de Colores. Otro paisaje excepcional es el de El Tablado, en Garafía.

Al estar franqueado por barrancos, toda la zona ofrece unas vistas panorámicas impresionantes y es, en su totalidad, un gran ejemplo de conjunción entre la actividad humana tradicional y el poder de la naturaleza más pura. También vale la pena acercarse al Parque Natural de Las Nieves, cuyo extenso territorio incluye los municipios de Puntallana, San Andrés y Sauces y Santa Cruz de la Palma.

Se trata de una de las mejores muestras de Laurisilva de Canarias y su microclima hídrico permite, además, que sea hogar de multitud de fauna y flora de especies protegidas y endémicas. Otra visita indispensable es la del Parque Natural de Cumbre Vieja, con la célebre ruta de los Volcanes que permite entender por qué La Palma es una isla de contrastes.

Expreso. Redacción. A.F

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