Una escapada a la Semana Santa de Ferrol, más internacional que nunca

EXPRESO - 24.03.2014

Texto y fotos: Manolo Bustabad Rapa En esta época de Cuaresma, Ferrol se despereza de nuevo

Texto y fotos: Manolo Bustabad Rapa

En esta época de Cuaresma, Ferrol se despereza de nuevo. Está próxima la Semana Santa ferrolana, una de las más espectaculares de toda España, que cuenta ya con el justo reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Internacional. (*)
dolores
El bullicio es evidente en las sedes de sus cinco cofradías, donde nos hemos adentrado para contarles las entretelas de esta fiesta grande de Ferrol, capital gallega de la construcción naval, del turismo industrial, de la arquitectura modernista y las mejores olas del Atlántico.
La de este año es la primera Semana Santa que ostenta su título Internacional en Ferrol pero, para los incondicionales, los miles de penitentes que cada año llenan de devoción y emoción sus limpias y rectas avenidas, nada ha cambiado.
Ellos siguen fieles al reparto de tareas para transmitirnos de nuevo su entusiasmo y la exaltación de su fe, preparándolo todo para sacar en procesión a sus queridas imágenes y conseguir una vez más conmover a vecinos y visitantes con su dedicación y fervor.
capilla
La ciudad sin embargo sí lo va a notar. Es verdad que, desde 1995, la Semana Santa ya era ‘Fiesta de Interés Nacional’, pero ahora todo el mundo sabe que esta bella ciudad, sobradamente conocida en toda Europa por sus ‘lazos marinos’, nunca mejor dicho, como constructora naval de primer nivel, destaca también por su pasión religiosa, que se desborda en estas fechas, llenando las calles de arte sacro de primer nivel, con recogimiento y mesura.
Hemos hablado con los responsables y penetrado no sólo en sus santuarios, sino también en los almacenes y roperos para conocer un poco de sus entrañas y contárselo a nuestros lectores, que este año disponen además de paquetes turísticos especiales que pueden reservar para disfrutar esta Semana Santa de Ferrol.
baluarte
Todo ello sin renunciar a sus recoletos jardines, testigos de animados bailes de antaño; a sus rectas y bien rotuladas calles, repletas de galerías ferrolanas (galería, balcón, galería) y salpicadas de arquitectura modernista; a la memoria natural y sin complejos de sus hijos ilustres; a su querido ‘Arsenal’, histórica base de poderosos navíos y, hoy, museo vivo de la construcción naval…
Queremos contárselo en un caminar fugaz pero apasionante, a la procura de los protagonistas cuaresmales y de los pasos más deslumbrantes, pero a la vez tomando buena nota de tantos aspectos sugestivos que vamos descubriendo y deteniéndonos en algunos rincones con hechizo, para registrar cada momento.
casa romero
(*) Transmitía la buena nueva Nava Castro, la directora de Turismo de Galicia, acompañada por José Manuel Rey, alcalde de la ciudad, y otras autoridades. EXPRESO, este diario de viajes y turismo, se hacía eco el pasado mes de enero en su sección ‘Agenda’.
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Cofradía de las Angustias
A caballo entre el laborioso y moderno-universitario Esteiro y el céntrico barrio de la Magdalena, se encuentra el Santuario de las Angustias, casi equidistante también a los monumentos de dos ilustres ferrolanos: el de Concepción Arenal, recordada en 1986 con una escultura de granito, y el de Pablo Iglesias con una placa y medallón en el centenario de su obra más citada.
La primera se halla en una placita muy próxima a la Avenida de Esteiro y el segundo mirando hacia la calle de su nombre desde el parque llamado Praza das Angustias.
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Jesús Sueiras Area, comisario de La Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias, repasa la agenda y supervisa todo el vestuario, que ya se va entregando a cofrades y penitentes. ‘Les proporcionamos todo, sólo tienen que preocuparse de traer guantes y calcetines blancos y zapatos negros, claro. Cuando finalizan los actos, nos lo devuelven y aquí lo guardamos hasta el año próximo’.
La pequeña sala-museo del ‘bunker’ anexo al santuario tiene un aspecto de lo más colorista: allí se guardan las tallas del Cristo del Perdón (Guerra Felipe, 1864), Mª Santísima de los Desamparados (Portugal, s. XIX) y piezas únicas, como un precioso manto negro bordado de oro por la colonia española de Filipinas en el siglo XIX, pero también larguísimos percheros repletos de fundas que transparentan el cromatismo de las túnicas.
‘Cada ‘tercio’ tiene su color: El Nazareno, morado; El Cristo de la Agonía, dorado; El Yacente, azul; y La Virgen, blanco. Aunque en la procesión de La Caridad y el Silencio, el Sábado Santo, todos se visten de negro, túnica y capuz’.
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‘Es cuando se recoge la limosna para el Refugio del Santo Hospital de Caridad, a cambio de una flor de los tronos que procesionaron en Semana Santa. En la Concatedral de San Julián se hace entrega de lo recolectado al Cabildo del Santo Hospital’, nos cuenta el comisario.
‘Los tronos son enormes, se gastan entre 8.000 y 11.000 € en flores. Tenemos subvenciones de la Diputación y el Ayuntamiento, además de las cuotas de los cofrades y algún particular. La Hostelería, como institución, no aporta nada, a pesar de ser el sector más beneficiado’.
El paso principal, Nª Sª de las Angustias (anónimo, s. XVIII), a pesar de ser una imagen ‘de vestir’, es talla completa de la Virgen con Jesús sobre su regazo. El Nazareno (Florencio Severo Gambino, s. XVIII) está considerado una de las tallas más bellas de la SS ferrolana. Y una de las más apreciadas es El Cristo Yacente (Guillermo Feal, 1957).
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Cofradía de la Merced
Después de atravesar la Plaza de Armas, entre mayores que se solazan, enfilamos la calle María, pues en ella se encuentra, a su paso por la Plaza de Amboage, nuestro próximo objetivo.
Antes, en el nº 136, se evoca la travesía del Atlántico por Ramón Franco, pilotando el Plus Ultra, y las hazañas africanas de su hermano Francisco. Todo, en un grabado del año 1926 colocado en la fachada de su casa natal.
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La Capilla de la Merced, obra curiosamente también de 1926, de Rodolfo Ucha Piñeiro, el arquitecto más prolífico de esta ciudad, es una edificación entre medianeras, luminosa y de bella fachada modernista y neogótica, adosada al ‘Colegio Tirso de Molina’, del que fuera alumno y profesor Gonzalo Torrente Ballester.
En un local de la misma calle, los voluntarios, dirigidos por César Carreño, dan los últimos toques a tronos e imágenes: Nª Sª de la Merced (Jesús Méndez Lastrucci, 2004), María de los Cautivos (José Mª Hurtado, 2012) y El Cristo Redentor (José Rivas, 1927). También sale el bello paso de Mª Magdalena (2008) en la Procesión del Encuentro, el domingo de Resurrección.
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Fue fundada esta Cofradía de Nuestra Señora de la Merced en 1951 y sus cuatro tercios, Merced, Cristo Redentor, Porteadores e Infantil, visten de blanco. El de la Merced lleva capuz verde y el del Cristo, capuz granate, colores que comparte el de Porteadores, de acuerdo al paso correspondiente. El Infantil va sin capuz.
Los dos primeros se distinguen por llevar el escudo de la Merced bordado en el capirote. Este escudo consta de dos piezas heráldicas y corona real: las barras catalanas de Wifredo el Velloso y la cruz de plata, antigua insignia de la catedral de Barcelona, concedida a la Orden en su fundación, en el 1218.
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Cofradía de la Orden Tercera
Reanudamos la caminata completando la emblemática calle María, en dirección Oeste, hasta el Parque Reina Sofía, que aún conserva la pista de baile más conocida de la ciudad, con el ‘Aula de Ecología Urbana’ de fondo y un adorable ruedo de próceres marmóreos en torno a la vieja Fuente Wallace, adquirida en París en 1889 y donada por Juan Romero Rodríguez.
Y todo este paseo viene a cuento porque a los pies de este jardín, en la calle Mercader, tiene su sede social la Hermandad de Cofradías de la Orden Tercera, muy cerca de la sede canónica, la Capilla de la Venerable Orden Tercera de San Francisco.
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Se trata de un sencillo templo de una sola nave construido en el siglo XVIII, anejo al convento de franciscanos. Es de destacar el original Retablo Mayor, obra de Carlos do Porto y Calvelo, en 1782.
Al frente de esta cofradía, también conocida como ‘La Soledad’, está José Manuel Evia Gende, el Hermano Mayor, que ya en estos días se ocupa de que todo esté a punto para la gran Semana.
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Él es quién nos cuenta la historia y los detalles de esta, en realidad, Hermandad de las Cofradías de la Soledad y del Ecce Homo, fusionadas en 1974. Actualmente, además de dichos tercios, cuenta con otros tres: El Cristo de la Buena Muerte, San Pedro y La Magdalena.
Entre sus pasos destacan La Santísima Virgen de la Soledad (anónimo, s. XVIII), El Ecce Homo, realizado en 1790 por Florencio Gambino, un escultor famoso también por sus mascarones de proa, y dos tallas de la saga Feal: El Cristo de la Buena Muerte (David dos Santos Feal, 2002) y la poderosa imagen de Santa María Magdalena esculpida por Guillermo Feal en 1956.
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Cofradía de Dolores
Estamos a un paso de la ciudad vieja, Ferrol Vello, y aprovechamos para admirar una vez más la Puerta del Arsenal con el tramo de foso recuperado, acercándonos hasta el Baluarte de San Juan, con su jardincillo abalconado desde el que gozamos de la mejor vista sobre el Peirao de Curuxeiras.
Un paseo fugaz, porque en realidad estamos alejándonos de nuestra próxima estación, que es la Plaza de Amboage. 
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En sus proximidades están las sedes de la Venerable, Real y Muy Ilustre Cofradía del Cristo de la Misericordia y María Santísima de los Dolores: El sobrio templo, que luce bajo las campanas el anagrama de los ‘servitas’, y, justo enfrente, el local social en la calle de Gravina.
Allí tenemos oportunidad de conocer algunos aspectos de la más nutrida de las cofradías ferrolanas (1.180 cofrades incluyendo los niños) de la mano de Ignacio Díaz del Río, su Hermano Mayor.
Esta agrupación es pionera en el Norte de España por su Tercio de Porteadoras, que congrega a 70 mujeres como llevadoras del paso de la Santísima Virgen de la Esperanza, cuyo trono ronda los 2.500 kilos de peso.
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La novedad de este año es que precisamente en este paso estrenarán imagen de la Virgen, obra del imaginero sevillano José María Hurtado. Será presentada el día 6 de abril y ‘procesionará’ el Martes Santo a las 22:00 horas. Por cierto, esta cofradía es además la que organiza mayor número de procesiones, este año, 10 de las 23 ó 24 programadas en la ciudad.
En esta iglesia dieciochesca se guardan bellas imágenes, como El Nazareno, de Guerra Felipe, dos imágenes de La Virgen de los Dolores, ambas del siglo XVII, o un Cristo de la Misericordia, de Baldomero Baño, siglo XIX, digno de admirar, además de por la belleza de la talla, por las sombras que produce la iluminación habitual (un efecto no buscado, nos dice el párroco), haciéndonos ver tres Cristos sobre el paramento blanco.
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Cofradía de Caballeros del Santo Entierro
Bajando por la calle de Méndez Núñez, nos incorporamos a la de la Iglesia, donde nos espera todo un desfile de edificios importantes, camino de la Concatedral de San Julián, ese raro templo del XVIII con planta de cruz griega. Y es que ella es la sede eclesial de la Cofradía de Caballeros Portadores del Santo Entierro.
Pero es preciso dedicar una mirada a la ‘Pescadería’, el mercado modernista que complementa el contiguo de la Magdalena. Y, más allá, pararse en el Teatro Jofre, de reciente restauración.
Todo un placer para los sensibles a la buena arquitectura: Desde los soportales del teatro tenemos a la vista, hacia el Arsenal, su hermosa Puerta del Dique tras el monumento a los caídos en África y, mirando en la otra dirección, la emblemática ‘Casa Romero’ (**).
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Nos cuenta la historia y los pormenores de esta cofradía Antonio Loureiro Arias, su Hermano Mayor, un agradable conversador que engancha y emana rigor y emoción a torrentes.
Fue fundada el 10 de octubre del 1950 a partir del Tercio del mismo nombre, creado poco antes dentro de la Cofradía de Dolores. No tiene tercios infantiles y sí, númerus clausus. De los 18 iniciales, pronto se fijó éste en 50, para pasar recientemente a los 200 con apertura al sexo femenino, cifra que, sin embargo, no se ha completado: actualmente son 43 mujeres y 97 hombres.
Los Caballeros Portadores del Santo Entierro se distinguen por su hábito de raso negro, con cíngulo, guantes y calcetines rojos, además de la cruz potenzada de Jerusalén (con las cuatro pequeñas en sus cuarteles).
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Sus recaudaciones son para Cáritas, a quién donan también, en tiempos difíciles y de penurias como los actuales, el importe de las flores que habría de llevar el paso. Y es característica su forma de desfilar, recia y coordinada.
La preciosa Urna, de ébano y palo santo, de estilo renacimiento, es de 1891, obra del ebanista Urbano Anido. El Cristo Yacente, de la misma fecha, del imaginero Manuel Corgo. La anécdota es que precisamente ese año, 1891, no pudo salir la procesión a causa de la lluvia.
Esa misma circunstancia es habitual motivo de tensión, por la incertidumbre que algunos años se mantiene hasta última hora. Hay que tener en cuenta que al valor de las piezas descritas se une la delicadeza de las telas, como la colchoneta, coloreada con tinte morado natural, y el sudario, de auténtico encaje de Chantilly.
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No podemos despedirnos, ni siquiera en una visita tan apresurada, sin llevarnos alguna foto de las ‘meninas de Canido’ y sin echar un ojo al interior del Arsenal, a sus diques y su Museo de la Construcción Naval.
Pero todo ello, como aperitivo de sucesivas incursiones que nos planteamos para próximos meses y a las que les invitaremos. De momento urge hacer la maleta porque la Semana Santa está ahí mismo y nos espera este año en Ferrol.   
 
Más información:
Turismo Ferrol en Facebook www.facebook.com/ferrolturismo
Turismo Ferrol en Youtube www.youtube.com/user/Ferrolturismo
Semana Santa Ferrol www.semanasantaferrol.org
Paquetes turísticos Semana Santa Ferrol www.dmcgalicia.es/semana-santa-ferrol.html
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(**) La riqueza arquitectónica de Ferrol, no todo lo divulgada que merece, ni tan bien conservada como sería deseable (a nuestro modesto entender), es digna de figurar entre las mejores ofertas turísticas de Galicia. A la arquitectura eclesiástica y militar, que tantas veces van de la mano en esta ciudad (con ingenieros que proyectan iglesias y arquitectos que hacen fortalezas), hay que añadir toda una colección de interesantísimos edificios y monumentos de estilo modernista.
 

 

Comentarios

mabel grandal (no verificado)

esta muy bien pero podía verse mas fe Ferrol y de la semana sant