Baños majestuosos en Real Balneario Solán de Cabras

EXPRESO - 26.10.2014

Queremos contarles nuestro descubrimiento de un balneario de cuento de hadas, escondido en plena Serranía de Cuenca y sin embargo a sólo 195 km de Madrid

Queremos contarles nuestro descubrimiento de un balneario de cuento de hadas, escondido en plena Serranía de Cuenca y sin embargo a sólo 195 km de Madrid. Una reina buscó fecundidad en sus baños y hasta hace pocos años su agua se vendía solamente en farmacias. Hoy ofrece además naturaleza salvaje, relax y buena gastronomía.

terraza

Se trata del Real Balneario Solán de Cabras, que tiene la pureza de los lugares a los que hay que ir. Por los que no se pasa. Pero a los que siempre apetece volver. Hoy les descubrimos todos sus secretos y las mejores rutas para llegar sin prisas.
 
Descubre todos los secretos del balneario y las mejores rutas
 
 
 
Las curiosidades de este balneario que conquistó a reyes y reinas con sus aguas benéficas.

 

Situado en las profundidades de la hoz del Cuervo, descubre el embrujo de sus alrededores.
 
 

 

 
 
 
Te contamos cómo es el Real Balneario Solán de Cabras en el siglo XXI, te va a encantar.

 

No solo el lugar desprende magia, también las rutas que llegan hasta aquí.
 
 

 

 
 
El tiempo pierde aquí su medida y hay 'hueco' para todo después de oxigenarse en cada excursión. Lentas horas de tertulia, de lectura, exposiciones, degustaciones o talleres, son algunas de las propuestas de este Real Balneario Solán de Cabras.
Un lugar perfecto para relajarse y disfrutar, para escaparse del ritmo cotidiano y saborear ese turismo slow con el que los destinos cobran su verdadero sentido. Un lugar donde siempre se encuentran #amigosdeviaje. Pasen y vean.
excursion
 
 
Historia del balneario y propiedades de sus aguas
fuente
Hay que remontarse al último tercio del siglo XVIII, en tiempos de Carlos III, para hallar los primeros estudios químicos de estas aguas, obra de los boticarios de Beteta y Priego. Claro que el proceso se inició porque la tradición popular ya venía transmitiendo, desde la ocupación romana, sus propiedades benéficas.
En el siglo XV el bachiller Cañamares cuenta como acudió a tomar estas aguas acompañando a Muñoz, obispo de Cuenca. También se dice que fue a principios del XVII cuando el pastor observó que sus cabras se libraban de la sarna después de repetidos baños en aquellas pozas.
El caso es que en 1775 se decide la fundación del 'establecimiento termal' y la construcción de "un arca de sillería, cerrando bien las junturas de las piedras con betún hecho de cal viva y aceyte para que no se disipe el principio volátil de que constan estas aguas", para repartirlas luego en cuatro baños y una fuente.
agua
A la muerte de Carlos III se paralizaron los trabajos, pero pronto se reanudaron y, en 1790, Carlos IV declara al sitio Real Balneario y las aguas de Utilidad Pública, disponiendo todo lo necesario para su administración "...en la Casa, Baños, Sitio y Coto Real de Solán de Cabras".
Sería en el siguiente siglo, año 1826, cuando el 'Rey Felón' (hay quien opina que deberíamos decir 'Rey Falón', por su conocida "macrosomía genital"), también llamado 'el Deseado', dispuso "...pasar a los baños de Solán de Cabras, solo con la Reyna". Hablamos de Fernando VII, claro, que a la sazón estaba casado con su tercera esposa, Mª Josefa Amalia de Sajonia. El motivo no era otro que buscar la preñez de la reina, ya que entre las propiedades atribuidas a estas aguas está la de "fecundar mugeres estériles" (sic).
monte
Llama la atención lo de 'solo con la Reyna', ya que la crónica dice que el séquito constaba de más de 160 personas. La soberana, además de bañarse y tomar diariamente las aguas, nos dejó constancia en sus poesías de lo poco que disfrutó de la estancia, en un lugar donde "...cabras debieran ser sus únicos moradores". Llegaron a Solán el 15 de julio de 1826 y partieron, de nuevo hacia Madrid, el 29 del mismo mes. El caso es que la de Sajonia no tuvo hijos y murió tres años más tarde.
Podemos asegurar que las condiciones que aburrían a S M, un lugar "entre peñas sepultado", "senderos escarpados", "bojes tupidos" y "canto de chicharras", apenas se han alterado y son algunos de los valores más buscados a día de hoy, por lo que suponen de aislamiento e inmersión en una naturaleza aún salvaje. Sin duda, nuestros monarcas actuales, don Felipe VI y doña Leticia, harían una valoración bien distinta.
mirador 
Embrujo del lugar y alrededores
rio
No se ponen de acuerdo los lingüistas, pero tanto que venga de solana como de solaz, Solán sugiere paz, descanso, naturaleza... 
Solán de Cabras tiene la pureza de los lugares a los que hay que ir. Por los que no se pasa. Todo el que llega a Solán por primera vez, lo hace para encontrarse con manantiales de aguas que no han visto la luz en varios siglos y sumergirse en una floresta más propia de la España húmeda.
puente
Percibirá la fresca sombra de parrales viejos en jardines hollados por los ciervos en invierno, caminará entre pinares que guardan orquídeas y mosquetas, entre tilos centenarios, avellanos y espesura de boj, escudriñando en cada claro las buitreras, allá arriba, donde el sol se despide...
Ahí se enmarca el Real Balneario Solán de Cabras, en las profundidades de la hoz del Cuervo, que justo en este tramo discurre de Norte a Sur, antes del último meandro que lo vacía en el Guadiela. Sus sendas más inmediatas evocan paseos reales hasta merenderos con mesas de piedra y miradores que parecen púlpitos sobre el precipicio.
hoz
Y, alejándonos algo más, entrando en el  espacio protegido de la 'Hoz de Beteta', de gran interés botánico, podemos seguir los paseos temáticos que nos llevarán a la cueva del Armentero y, si las fuerzas alcanzan, hasta la 'Cruz de Solán'.
Nosotros nos quedaremos esta vez en la 'Cueva de la Ramera', refugio de murciélagos, perla geológica con formaciones tan exclusivas como su famosa 'milhojas' y  restos arqueológicos de la Edad del Bronce, que, sin embargo, toma su nombre insultante de una historia de amor prohibido.
Pero, mejor descubrir allí su romance de moros y cristianos. Sorprende la entrada de la gruta, en medio de una pared vertical a más 20 metros de altura sobre el sendero, inaccesible hasta la construcción de la actual escalera metálica.
cueva 

El Real Balneario Solán de Cabras hoy día
balneario

Instalaciones

En la actualidad el complejo hotelero de Solán está formado básicamente por dos cuerpos principales: En la margen izquierda del río Cuervo, el edificio antiguo, donde se alojaron los monarcas, con tres plantas articuladas en torno a un patio central. La planta baja alberga la recepción, varios salones y la capilla con un curioso campanario empotrado en el muro, ubicado de tal modo que aquí "sí, se puede estar a misa y repicando".
En las plantas altas, con circulación alrededor del patio cual si se tratara de un claustro, están dispuestas las habitaciones. Su reciente remodelación ha respetado los espacios primitivos, dotándolos de nuevas instalaciones que aseguran el confort y los servicios demandados en el siglo XXI.
En la otra orilla, un edificio más moderno, también de tres plantas, que dedica las dos superiores a apartamentos. En la baja se encuentra la cafetería, la cocina y los comedores.
La utilización de todos los espacios propicia el disfrute permanente de un escenario decimonónico, con un parque en umbría en el que D. Baldomero Sanz Sanz (1), inmortalizado en bronce, parece reflexionar sobre su obra.
Servicios
Una pérgola, que soporta los pámpanos de cepas viejísimas, delimita el jardín paralelo a la edificación principal y nos acompaña hasta los baños y piscinas, sitas en un edificio intermedio que acoge todos los servicios propios del balneario, hidroterapia, masajes, tratamientos faciales y corporales... Es una delicia este itinerario, pasando a continuación al lado de la fuente, en cuyos chorros es posible degustar en continua primicia esta agua acumulada varios siglos bajo la montaña.
Antes de cruzar el río, un sencillo acueducto, en el que la vegetación provoca una cortina permanente de agua, nos recuerda las cascadas del Cuervo cerca de su nacimiento.
taller
Actividades
El tiempo pierde aquí su medida y hay 'hueco' para todo después de oxigenarse en cada excursión. Por eso, a las lentas horas de tertulia, de lectura o de juegos de mesa, se añade el aliciente de las frecuentes reuniones que organiza su director, Manuel Vegas Lara (de amplia experiencia y fructífera labor académica), para exposiciones, degustaciones o talleres, siempre de la mano de la persona indicada, prolongando gratas veladas.
Durante nuestra estancia, una noche hemos descubierto las múltiples posibilidades de un gin-tónic, no sólo degustando las magistrales combinaciones, sino practicando en su elaboración, conociendo los mejores ingredientes y aprendiendo a distinguir los sutiles matices que hacen única cada combinación. Esto fue posible gracias a la presencia del  experto y polifacético Frenando García Bilbao, conocido en las 'redes' como Fernando Syrah, que, generosamente, nos desveló algunas de sus fórmulas.
La tónica propuesta por Fernando en esta ocasión se elabora con agua procedente de hielos andinos, que brota en un manantial de la Patagonia, y quinina recogida a mano en el Camino del Inca, a 1724 metros de altitud. El ingrediente alcohólico en cambio es de este lado del océano, una "ginebra atlántica gallega" de nombre Nordés, obtenida por destilación de vino albariño y aromatizada con hierba luisa, laurel, tojo y eucalipto. Exquisitos componentes que el maestro 'Syrah' potenció hasta el delirio con sus exclusivas recetas.
Gastronomía
Mención especial merece la cocina del RB Solán de Cabras, cuyos platos son elaborados con mimo y profesionalidad. Recordamos con deleite su 'carrillera estofada', las 'migas' (que sirven con huevo frito), el 'atún con piperrada', la 'paella estilo Imperio'... Entre los postres nos dejó huella su tarta de manzana y unas pastas marca de la casa que se agotaban rápidamente en los desayunos, una y otra vez.
Una de las metas de la nueva dirección es conquistar a la clientela con buenas mañas culinarias y los resultados son obvios. Otro aliciente para 'perderse' unos días en la Serranía de Cuenca.
baldomero
(1)  El balneario se privatizó a finales del siglo XIX y, en los años veinte, Baldomero Sanz Sanz lo compró y fundó la empresa, comercializando el agua, que envasaba en frascas de vidrio y empezó vendiéndose en farmacias.
 
 
Los caminos de Solán de Cabras
carretera
1.- Partiendo de la capital del Reino
Es sabido que los madrileños, como los japoneses, llegan a todas partes. Cuanto más, al destino de hoy, a unos 200 Km. de su ciudad. Y con GPS, ni te cuento. Pero nuestra propuesta, partiendo de Madrid, es olvidarse de los tópicos, las autopistas y los orientadores ton-ton, para gozar de un trayecto real recuperando, por ejemplo, la ruta a los baños 'La Isabela', con la que podemos hacer gran parte del camino que hoy nos interesa.
Aunque desaparecidos bajo las aguas del pomposo Mar de Castilla hace más de medio siglo, todavía son recordados en la zona y, ahora que las aguas suelen estar bajas, es fácil ver las ruinas y aún beber en su manantial.
Haciendo escala en Aranzueque no podremos alojarnos en la posada del Indiano, fundada por Manuel Pardo, de la Cartagena americana, en el siglo XIX, como solía 'el Deseado', pero sí hacernos la foto ante su casona blasonada, pasear por las ruinas musulmanas o hablar con los paisanos de historias de carlistas, que por aquí batallaron.
Fernando VII venía a estos baños de Sacedón con su segunda esposa, Isabel de Braganza, de quien tomarían más tarde el nombre. Casado ya con María Josefa Amalia de Sajonia, repitió la ruta en busca de aguas milagrosas que preñaran a la reina, aunque esta vez su destino era Solán de Cabras.
alfareria
Dicen las crónicas que de Sacedón siguió por Huete, ciudad de la mora Zaida, y Cuenca, sin pormenorizar, a partir de ésta, la última etapa. Desconocemos si el rodeo coincidía con los caminos posibles o con las añoranzas de antiguas visitas reales.
Allá cada uno con su tiempo, nosotros optamos por la llamada ruta del mimbre. Seguir la N-320 y la CM-310, siempre hacia el Este, pasar por Priego, con sus conventos y sus alfares, y serpentear por el desfiladero del Escabas se nos grabará en la retina, además de llevarnos a Puente Vadillos, donde el Guadiela se crece con las aguas del Cuervo. Desde ahí sólo hemos de seguir el curso de este último unos cuatro kilómetros y nos encontraremos en el Real Balneario Solán de Cabras.
2.- Para visitantes levantinos, disfrutando de Cuenca y sus 'encantos'
Cuenca es para pasearla. No nos resistiremos a encontrar la 'mejor toma' de las casas colgadas. Desde el puente de San Pablo, que nos lleva sobre el Huécar al Parador de Turismo; desde la 'Senda del Hocino de Federico Muelas', río arriba, o desde el propio Paseo del Huécar, que se nos caen encima.
Después subiremos por Santa Catalina para la mejor vista del Barrio de Tiradores y, dejando atrás el Jardín de los Poetas y el Museo de la Semana Santa, nos asomaremos al Júcar por la Puerta de San Juan.
Nos detendremos a comer en un restaurante de su Plaza Mayor o aledaños, después de visitar la primera catedral gótica de Castilla, con aires parisinos. Pero no nos iremos sin contemplar una vez más la cerámica de Adrián, el discípulo del gran Pedro Mercedes, casi enfrente.
plaza
Vamos ahora rumbo Norte y no queremos evitar la Ciudad Encantada por ver cómo resiste en pie el Tormo Alto. Seguiremos Júcar arriba, por la Garganta de Uña y el embalse de la Toba, casi hasta su nacimiento, tan próximo al del río Cuervo. Aquí hay que pararse y caminar entre pinos altísimos y bosques de olmos y tilos, siguiendo las aguas y remontando varias cascadas hasta el manantial que brota en una gruta. Los amantes de la naturaleza se extasiarán con su peculiar flora y fauna. No queremos desvelar todo el encanto, sólo que podremos encontrar hasta 21 especies de orquídeas.
Aún hemos de recorrer algo más de 40 kilómetros, bajando ahora por la cuenca del Guadiela y metiéndonos en la 'Hoz de Beteta', donde la carretera se pega al río, para llegar también a Puente Vadillos, esta vez desde el Norte. Hemos atravesado la encantadora Serranía de Cuenca y ya estamos en el Real Balneario.
 
3.- Llegar desde el Norte
Esto prometemos hacerlo en una próxima ocasión, porque no lo conocemos y nos parece sugerente, además de otra excusa para volver a Solán de Cabras. No en vano tenemos Molina de Aragón a unos 60 Km. y el Monasterio de Piedra, ya en Zaragoza, a algo más de cien. Se lo contaremos.
En el viaje de hoy entramos por la 'ruta 1' e hicimos la 'ruta 2' en sentido contrario, terminando en Cuenca.
 
Texto y fotos: Manolo Bustabad Rapa y Pilar Alonso Canto.
casascolgadas

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