Cada vez llegan más viajeros motivados solo por el turismo ornitológico

EXPRESO - 20.04.2014

Elisa Cruz, directora general de Turismo de Extremadura

Es un turismo muy interesante, en cuanto que es especialmente desestacionalizador, promueve la diversificación de la oferta y fomenta el aprovechamiento sostenible de la riqueza natural…

elisa El turismo ornitológico, una de las tendencias con mayor crecimiento a nivel mundial en el sector turístico, tiene en España como máxima representante a la Comunidad Autónoma de Extremadura, que está apostando fuerte por potenciar el birdwatching.

Eventos como FIO, la mayor Feria Internacional de Turismo Ornitológico del sur de Europa; el Festival de las Aves Ciudad de Cáceres; el Festival de las Grullas; CINEXTUR, Certamen Internacional de Cine y Naturaleza; o el Club de Producto de Turismo Ornitológico ‘Birding in Extremadura’ hacen de este destino un paraíso para los amantes de las aves.

Sobre estas citas y las posibilidades que la región extremeña ofrece durante todo el año charlamos con Elisa Cruz, directora general de Turismo del Gobierno de Extremadura.

¿Por qué es tan importante el turismo ornitológico en Extremadura?

Extremadura es, sin lugar a dudas, un referente en turismo de naturaleza por la amplia extensión y calidad de sus espacios naturales protegidos, con el Parque Nacional de Monfragüe como uno de sus grandes exponentes, pero hasta el punto de que es posible recorrer la región saltando por espacios naturales protegidos o de gran interés.

En el ámbito del turismo ornitológico, la región cuenta con un total de tres millones de hectáreas, de los cuatro millones que ocupa, incluido dentro del inventario de Áreas Importantes para las Aves de España, un territorio en el que es posible avistar hasta un 35% de las especies de aves europeas, entre ellas muchas emblemáticas, como el águila imperial, la cigüeña negra y el buitre negro.

Además, existen Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS) en entornos urbanos, como Cáceres, Trujillo, Plasencia, Almendralejo o el azud de Badajoz, lo que ofrece al viajero una gran cantidad de experiencias totalmente diversas para la práctica del birding.

Otro punto importante para el desarrollo de este turismo es que contamos con una cantidad de empresas cada vez mayor que apuestan por desarrollar actividades relacionadas con este potencial, como ocurre con los socios del Club Birding in Extremadura, que están creando una red de servicios de calidad en torno al avistamiento de aves en la región o birdwatching.

¿Cómo surgió desde Turismo de Extremadura la idea de potenciar este tipo de turismo?

Ante la existencia de un potencial tan extraordinario en Extremadura por la cantidad y diversidad de especies de aves, así como por el interés creciente que su observación comenzaba a despertar entre los viajeros, comenzó a estudiarse la posibilidad primero de proteger a estas especies y, en segundo lugar, de crear un producto turístico que sirviese para generar riqueza en las zonas de influencia, fijar a la población mediante la actividad profesional y ofrecer un producto de calidad al visitante, incrementando la calidad y la cantidad y variedad de servicios que se ofrecen.

También en esta Dirección se ha apostado por la creación de citas y eventos de interés, como la Feria Internacional de Turismo Ornitológico – FIO, la mayor de su género en el Sur de Europa, el Festival de las Aves de Cáceres, el Certamen Internacional de Cine y Naturaleza o el Festival de las Grullas.

Actualmente, las cifras revelan que cada vez llegan más viajeros interesados por el birdwatching y el impacto económico ya se nota, ¿puede darnos algunas cifras?

Según los últimos datos registrados, con la motivación exclusiva del turismo ornitológico llegan a Extremadura más de 20.000 visitantes al año, lo que representa en torno a seis millones de euros solo en alojamiento y restauración, cuantía que se incrementaría al incluirse los gastos indirectos. Si bien desde el punto de vista absoluto no es un segmento que mueva grandes cantidades de viajeros, sí es un turismo muy interesante, en cuanto que es especialmente desestacionalizador, promueve la diversificación de la oferta y fomenta el aprovechamiento sostenible de la riqueza natural.

Además de todos estos eventos de turismo ornitológico que se organizan en Extremadura, esta Comunidad ofrece la posibilidad de practicar birdwatching en sus espacios naturales. Para quienes no estén muy avezados en la observación de aves, ¿por dónde les recomendamos empezar?

Grandes puntos de partida podrían ser el Parque Nacional de Monfragüe, el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, el Parque Natural de Cornalvo y el Parque Natural Tajo Internacional. Pero hay mucho más. Y es que Extremadura se puede recorrer de norte a sur por espacios naturales de interés o protegidos. Así, por el Este, podemos desplazarnos de la Sierra de Gredos al Parque Nacional de Monfragüe, pasando por el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, la ZEPAs de La Serena o las magníficas dehesas de la Campiña Sur.

De parecidos espacios naturales disfrutaremos si la recorremos por el Oeste: Gata, Hurdes, el Parque Tajo Internacional, la Sierra de San Pedro, el Guadiana Internacional en el embalse de Alqueva o las dehesas de Jerez... Pero hay más, como el Parque Natural de Cornalvo o los Llanos de Cáceres.

Toda la información está disponible en la página web del Club Birding in Extremadura, una iniciativa de colaboración entre el Gobierno extremeño y los empresarios y otros agentes relacionados con el turismo vinculado al avistamiento de aves. En un año, ha crecido un 20% y alcanza los 71 socios.

En su web encontramos también rutas recomendadas para el avistamiento de aves, como las de Sierra de Gata, La Vera y el Valle del Jerte, el Embalse de Arrocampo, la Sierra de San Pedro, Moheda Alta y Sierra Brava, las Sierras centrales de Badajoz, el Embalse de Orellana y Puerto Peña, las Dehesa de Jerez o el Embalse de Arroyo Conejo y Campiña Sur.

¿Cuáles son las mejores épocas para ver aves en Extremadura? ¿Y qué especies nos podemos encontrar?

Debido a la diversidad de propuestas, el viajero ornitológico puede acudir en cualquier época del año. Además de la primavera, el momento más propicio para observar aves, Extremadura logra atraer en invierno un gran número de adeptos, debido a la cantidad de especies que concentra en esta época del año, la mayor de la península, con un total de 189 especies consideradas invernantes, de las 337 registradas en la región.

La diversidad de hábitats y su excelente estado de conservación, los cursos fluviales, las moderadas temperaturas invernales, la elevada disponibilidad de alimento y la ubicación geográfica hacen posible que las rutas migratorias de muchas especies atraviesen la región. Así, entre los meses de octubre y febrero es posible disfrutar del avistamiento de numerosas aves invernantes como la grulla, el aguilucho lagunero, la avefría, la agachadiza común, la aguja colinegra, el cormorán grande, el ánade rabudo o la bisbita común.

No solo los espacios naturales de Extremadura cuentan con gran variedad de aves, también se pueden ver en plena ciudad, por ejemplo en Cáceres, un precioso casco histórico Patrimonio de la Humanidad…

Efectivamente, la diversidad de propuestas es tal que, además de practicar el birding en numerosos espacios naturales, las propias ciudades ofrecen una riqueza inigualable para la observación de aves. Como ejemplos, las ya mencionadas Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS) en entornos urbanos, como Cáceres, Trujillo, Plasencia, Almendralejo o el azud de Badajoz.

En menos de un mes llega precisamente el Festival de las Aves de Cáceres, ¿qué novedades trae este año?

El Festival de las Aves, que tendrá lugar entre el 16 y el 18 de Mayo, introduce este año como novedad un espacio de exposición para artistas de naturaleza. Además, mantendrá el escenario que estrenó el año pasado en la plaza de Santa María y, a través de la colaboración del nuevo Consorcio de la Ciudad Monumental de Cáceres, el certamen ya se incluye en el programa de actividades de la ciudad.

Uno de los espectáculos más hermosos de la primavera es la floración de los cerezos en el Valle del Jerte, ¿estarán todavía en flor en mayo coincidiendo con el Festival?

Parte de la belleza de este gran espectáculo natural que es el cerezo en flor reside en que es delicado y efímero. Este año, la floración –que no se da en todas las zonas del valle por igual, sino que comienza en las partes más cálidas, para ir avanzando hacia las más frías- se dio entre el 28 de marzo y el 12 de abril, aproximadamente. Desde entonces, aunque se pueden encontrar en floración árboles más tardíos, las flores comienzan a caer produciendo una gran ‘lluvia de pétalos’.

El turismo ornitológico es un buen comienzo, pero no nos podemos ir de Extremadura sin conocer su patrimonio, su gastronomía…

Sí, es cierto. La oferta turística extremeña es amplísima y actualmente se articula en tres ejes principales: el turismo cultural, gastronómico y de naturaleza. En el ámbito cultural, contamos con cuantiosos recursos, entre los que se cuentan los tres enclaves Patrimonio de la Humanidad (Cáceres, Mérida y Guadalupe) que, en muchos casos, van además unidos a eventos de gran relevancia, como ocurre con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el único del mundo que se celebra en tres escenarios romanos originales (Mérida, Medellín y Regina) y que este año alcanza su 60 edición bajo la denominación de acontecimiento de excepcional interés público.

A nivel gastronómico, el Presidente de Extremadura, José Antonio Monago, presentó el pasado enero en FITUR la nueva Estrategia de Turismo Gastronómico, un plan de acción para dos años que cuenta con 32 acciones concretas, entre ellas, la creación de una mesa regional de impulso al turismo gastronómico, donde estarán representados todos los agentes públicos y privados del sector, con los que ya estamos trabajando directamente. Extremadura tiene una gran riqueza gastronómica que hasta ahora no se había explotado turísticamente, por lo que es el momento de ofrecerla a nuestros visitantes a través de medidas como la creación de una marca que posicionará a Extremadura como destino gastronómico.

Y en lo que se refiere al turismo de naturaleza, Extremadura es sin duda un referente por la amplia extensión y calidad de sus espacios naturales protegidos, con el Parque Nacional de Monfragüe como uno de los principales referentes, pero hasta el punto de que es posible recorrer la región saltando por espacios naturales protegidos o de gran interés. Y cada vez más empresas están apostando por desarrollar actividades relacionadas con este potencial, como ocurre con los socios del Club Birding in Extremadura, que están creando una red de servicios de calidad en torno al avistamiento de aves en la región o birdwatching, o los colaboradores de la nueva Ruta Dehesa y Toro en Extremadura, recientemente presentada.

Además, como ejemplos transversales donde disfrutar de la riqueza turística extremeña, podemos citar productos turísticos concretos, entre los que destacan la Ruta de Isabel la Católica, la Ruta de los Descubridores, la Ruta del Vino Ribera del Guadiana, la Ruta del Jamón Ibérico, la Ruta Vía de la Plata, el Parque Taejo Internacional, el Parque Temático Natural Alqueva, el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, el citado Club Birding in Extremadura o la nueva Ruta Dehesa y Toro en Extremadura.

Nos encantaría que recomendase a los lectores de Expreso un rincón mágico que no pueden perderse por nada del mundo…

Es verdaderamente difícil quedarse con un solo rincón de Extremadura, una región tan amplia y diversa, con muchísimo potencial turístico. Por poner un par de ejemplos, recomendaría no perderse un paseo en barco en el Parque Natural Tajo Internacional, un destino interesantísimo en diferentes ámbitos, como el natural y ornitológico, el gastronómico o el turismo familiar. Y, en la misma línea, aconsejaría visitar las dehesas del Parque Temático Natural Alqueva, donde, entre otras muchas actividades, proponemos una serie de experiencias relacionadas con la naturaleza para toda la familia.

Expreso. Ana Bustabad.

Fotos: Gobierno de Extremadura, Turismo de Extremadura y Miguel A. Muñoz Romero

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