Tenemos aguas color salmón, rosado, amarillento...

EXPRESO - 26.04.2012

Boyen Rienks, director de la oficina de Turismo de Tahití en España

Las playas más conocidas son las de Bora-Bora, pero las más espectaculares están en las islas Tuamotu, que dependiendo del tipo de coral que tengan así es el color del agua…

Es el destino exótico por excelencia. Tahití y sus Islas, también conocido como Polinesia Francesa, cuenta con una superficie tan grande como Europa, y está compuesto por 118 islas de origen volcánico, pero solo en 12 de ellas hay turismo.
Entre las Marquesas, las más jóvenes; y los Atolones, las más antiguas; hay una diferencia de millones de años. Un destino sorprendente e idílico sobre el que charlamos con Boyen Rienks, el director de Tahití Turismo en España.
Tahití y sus Islas ocupan una extensión muy grande, el viajero tendrá la oportunidad de conocer diversidad de paisajes y culturas.
Así es. Por ejemplo, en las Marquesas, que son las más jóvenes en cuanto a su formación. Son frondosas y escarpadas, con picos de hasta 2.500 m., y permiten un turismo muy diferente al que todo el mundo se imagina en Polinesia, como es escalada, trekking, descenso de cañones.
Son islas con poco turismo y muy intactas desde el punto de vista cultural. Muchas de ellas se recorren solamente en barco y ese es uno de sus grandes atractivos, aunque en España cuesta un poco que se genere interés por su visita.
Tenemos también islas un poco mayores en edad, en las que queda la montaña pero a su alrededor se ha formado un anillo coralino que hace que entre él y la montaña se forme una laguna de profundidad baja con unos colores impresionantes y difícilmente descriptibles. Es un agua muy calmada, ya que las olas rompen en la barrera de coral, lo cual permite todo tipo de deportes acuáticos y son las islas conocidas como Bora-Bora, Moorea, la propia Tahití…
Por último, las más antiguas, los Atolones, donde la isla central se ha terminado de hundir en el mar y solo queda el anillo coralino con su laguna interior, son las más numerosas y es donde se practica el cultivo de la perla tahitiana, así como de los cocoteros para su famoso aceite de monoi.
Así pues, son islas muy diferentes en cuanto a paisajes, en cuanto a culturas y en cuanto a economías. De ahí que lo que se recomienda desde la Oficina de Turismo es realizar un recorrido por algunas de ellas y no quedarse solo en una.
¿Es fácil desplazarse entre islas?
Bueno, las distancias no son muy grandes, de más está decir que hay que moverse por mar en muchas ocasiones, que el Pacífico a veces puede ser muy movido, así que al final la mejor manera de desplazarse es en avión. Para ello hay muchas frecuencias y se han puesto muchas facilidades, como la compañía doméstica Air Tahití, que ha hecho unos pases que permiten moverse según zonas geográficas, es muy accesible, con aviones pequeños que permiten más comodidad.
La mayoría de nosotros conocemos a Tahití y las islas de La Polinesia por sus paradisíacas playas.
Así es, playas tenemos muchas y son las que entre otras cosas nos han dado a conocer y nos han proporcionado esa fama. Las más conocidas son las de Bora-Bora, pero las más espectaculares están en las islas Tuamotu, que dependiendo del tipo de coral que tengan así es el color del agua. Por ejemplo, tenemos aguas color salmón, rosado o amarillento. Un sitio muy recomendable para ir.
¿Cómo llegamos hasta allí, qué compañías aéreas vuelan desde Europa?
Tenemos una compañía nacional Air Tahití Nui que es relativamente nueva y vuela desde España. También contamos con Air France, que vuela desde Paris. Y también tenemos otra alternativa interesante que es LAN, con una ruta diferente que ofrece pasar por Santiago, Isla de Pascua, como combinación ideal.
Los hoteles especializados en salud y bienestar son uno de los principales productos que ofrece Tahití como combinado o alternativa al turismo de sol y playa.
En Tahití tenemos una oferta muy variada de hoteles que nos permiten muchas cosas. Por un lado los hoteles que nos han ayudado a conseguir parte de nuestra fama y que son los bungalows sobre el agua. Pero hay una amplia gama de hoteles más asequibles que se agrupan en una pequeña hotelería u hotelería con encanto y que además permiten vivir una experiencia más auténtica al estar en contacto directo con los polinesios y vivir situaciones más cotidianas, más cercanas, como cocinar con la dueña de la casa, o salir a pescar…
En cuanto al turismo de bienestar efectivamente se está desarrollando muy rápidamente, todos los hoteles tienen su spa y además cuentan con tratamientos con productos locales de flores y aceites. Los hay muy naturales, al aire libre, como el Helene Spa, en la isla de Moorea, donde traen el agua de la montaña. Y recientemente se ha constituido lo que llamamos la ruta de aceite Monoi, para dar a conocer este producto que se lleva utilizando a nivel local durante siglos por sus efectos en la piel, de hidratación y protección. Es más, dicen que es uno de los secretos de la belleza de las mujeres tahitianas.
¿Tiene turismo de Tahití una buena web donde encontrar estos pequeños hoteles con encanto, una central de reservas que nos permita organizar el viaje desde Internet y prescindir de una agencia de viajes?
Bueno, esto es muy personal y depende mucho del viajero. Nuestra web es muy completa, pero hay que tener en cuenta muchos factores como el hablar mejor o peor idiomas, el espíritu aventurero que uno tenga, la época del año en la que se pretenda viajar, hay determinados periodos del año en los que puede ser más difícil conseguir una plaza hotelera sin reserva; también hay que tener en cuenta facilidades de pago que ofrece una agencia. Digamos que hay pros y contras. Nosotros estamos para promocionar el destino y dar todas las facilidades al público. La organización del viaje lo dejamos a criterio de cada uno.
Hablemos de gastronomía, ¿cuáles son los platos autóctonos que no debemos dejar de probar?
Indudablemente el pescado, y frutas y verduras. Uno de los platos más típicos es el pescado crudo, un plato de pescado marinado con limón, con leche de coco y diferentes verduras que resulta delicioso. El pescado local de la laguna es el mahi-mahi.
Otro de los platos típicos es el horno tahitiano, que es un plato que se cocina debajo de la tierra en un agujero con piedras volcánicas calientes, una reja encima con hojas de plátano y se mezclan varios ingredientes pollo, cerdo, pescado y verduras.
Digamos que la cocina tahitiana no es una cocina muy fina pero sí muy sabrosa y natural. Se nota en algunos hoteles la influencia de la cocina francesa combinando la bondad de los ingredientes locales con un alto refinamiento para poder apreciar lo bueno de los dos mundos.
¿Cuál es su isla preferida?
Me quedo con una isla pequeñita que tuve la oportunidad de conocer hace cinco años y que se llama Maupiti. Está a unas dos horas en barco de Bora-Bora, tiene la suerte, o la desgracia según se mire, de estar muy poco desarrollada turísticamente. Aunque es un poco largo el trayecto se puede realizar una visita de un día para disfrutar de unas lagunas espectaculares, y conocer a su gente que es muy relajada. Es un pequeño rincón por explorar.
Expreso. Madrid. Julia Peñas.   Fotos: Turismo de Tahití y sus Islas.

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