‘Yo sólo intento hacer los habanos bien’

EXPRESO - 15.05.2010

José Castelar ‘Cueto’, el tabaquero más famoso de Cuba

Cueto es un hombre amable, de hablar reposado, de piel tan oscura como esas hojas de tabaco entre las que lleva toda la vida…

La oportunidad de conocer a Cueto surgió por casualidad durante la pasada feria internacional de turismo de Cuba. La FitCuba se celebra cada año en la Fortaleza de Morro Cabaña, al este de La Habana. Desde este antiguo fuerte español, al otro lado de la bahía, se consigue la mejor vista sobre la capital cubana.

Justo en la entrada principal de la muralla hay un lugar fresco, protegido del calor por las piedras del viejo fuerte: ‘La Tríada’. Se llama así porque aquí se venden -y se pueden saborear- los tres productos más famosos de Cuba, ron, café y tabaco.
En estos tiempos de cigarrillos adulterados con sustancias desconocidas y terriblemente adictivas, en La Habana se siguen liando a mano los mejores tabacos del mundo, cigarros puros de hojas de tabaco torcidas por manos expertas. Por algo se llaman ‘habanos’.
La Tríada es uno de esos lugares especiales para comprar habanos. Abre todos los días desde las nueve de la mañana, y aquí no sólo se pueden ver los cigarros más largos del mundo, sino que es muy fácil encontrarse con su autor, el torcedor -o tabaquero, como él dice- más famoso de Cuba.
Su nombre es José Castelar Cairo, pero todos lo conocen como ‘Cueto’. Es un hombre amable, de hablar reposado, de piel tan oscura como esas hojas de tabaco entre las que lleva toda la vida. - ‘Como tabaquero llevo 52 años, empecé de niño’ -.
Ha batido nada menos que cuatro récords Guinnes.
Sí, aquí están los cuatro, encima de nuestras cabezas. El primero fue en 2001: 11 metros, 4 centímetros, y me llevó 9 días. El segundo en 2003: 14 m y 86 cm; el tercero en 2005, 20 m y 41 cm; el cuarto en 2008, 45 m y 38 cm, y fue el que menos me llevó, sólo 5 días.
A lo mejor el año que viene me pongo con el quinto, coincidiendo con la Feria de Turismo de Cuba.
Me imagino que usted fuma…
Yo fumo cigarros, pero poco. Fumo Vegas (unos pequeños cigarrillos cubanos sin filtro), pero fumador de tabaco (habanos) no soy. Hace 6, 7, 8 meses que no fumo un tabaco.
¿Cuál es el secreto para ser el mejor tabaquero de Cuba?
Ser tabaquero es igual que ser médico, ingeniero o albañil. Los hay buenos, malos y regulares. Y eso nace con la persona. Yo sólo intento hacerlos bien.
Las paredes de La Tríada están llenitas de fotos suyas con los personajes más importantes del siglo XX. ¿Cuál es el que más le ha impactado?
Son tantos… Personalidades de dinero, el que fuma el tabaco es que le sobra el dinero, porque fumar es carísimo en todo el mundo.
¿Con qué marida mejor un habano?
Para mí lo mejor es acompañarlo de un café. Hay compenetración de sabor. Aunque muchas personas lo toman con un ron añejo, y entonces hay un contraste de sabores.
¿Alguna recomendación para comenzar en el mundo del habano?
Yo empezaría con algo pequeño. Por ejemplo, una panetela de Cohiba, o una joyita de Montecristo.
Lo más importante es que cuando fumas habanos nunca puedes absorber, tragar el humo. Fumas y lo mantienes en la boca; coges la bocanada y mantienes el sabor. Si no, te mareas.
¿Cómo se sabe si un tabaco es bueno?
Yo lo cojo en la mano. Lo fundamental de un tabaco es que arda bien. Luego está el sabor, que esté bien liado. Eso se nota en el peso, que esté ligerito.
¿Qué tienen los puros cubanos para ser los mejores del mundo?
Debe de ser el suelo, el clima, la experiencia de los que cosechan.
Aquí fue el primer sitio donde se fumó. El tabaco lo descubrió Cristóbal Colón la primera vez que vio a los indios fumando. De hecho, los primeros que lo comercializaron fueron los españoles.
Cristóbal se interesó por su olor, por el sabor, y les preguntó a los indios cómo se llamaba aquello que fumaban. Ellos le decían cohiba.
Expreso. La Habana. Federico Ruiz.

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