El trágala del ‘Ave’ (Madrid) – Barcelona- París

EXPRESO - 13.12.2013

Federico Ruiz de Andrés, periodista

No podía terminar el año sin un nuevo golpe al ferrocarril español. El Elipsos hace su último viaje hacia París en silencio, olvidado, silenciado por bombos y platillos que acompañan el trágala del nuevo ‘Ave’…

elipsosNo podía terminar el año sin un nuevo golpe al ferrocarril español. El 12 de diciembre, a media tarde, partía por última vez el trenhotel Elipsos de la capital española hacia París. Heredero del Expreso Puerta del Sol, que comenzó a circular en 1969, regresa un día después en su postrero viaje a Madrid.

Y lo hace elegante, triste como los viajeros que nunca podremos disfrutar de nuevo de su magnífica restauración, del traqueteo nocturno que acuna y mece historias de amor, de los croissants recién hechos que subían calientes en Poitiers.

Renfe, que lleva anunciando a bombo y platillo el estreno del AVE Barcelona-París, niega cobarde la información sobre el Elipsos desde hace otras tantas semanas, o meses. Ante las insistentes preguntas de Expreso, la callada por respuesta hasta el último minuto, escudándose en la otra parte del Elipsos, los ferrocarriles franceses SNCF.

Los grandes medios de comunicación, cómplices interesados del silencio. O ignorantes, vaya usted a saber qué es peor. Solo los foros ferroviarios y los viajeros acompañan sus últimos momentos, seguramente en agradecimiento a tantos buenos ratos vividos en los Elipsos.

Después de los bombos y platillos, descendiendo a la cruda realidad se observa que el tren directo que conecta Barcelona con Francia tan solo permite ahorrar una media hora a los viajeros de Barcelona. Más bombos; en el tramo entre Perpiñán y Nîmes no hay AVE ni lo habrá en los próximos meses, o años…

El AVE Barcelona – París, en la fría realidad de las cifras, permite a los viajeros ahorrar unos treinta minutos en todo su recorrido. Solo a los viajeros que se suben al tren en Barcelona. Los madrileños han de llegar primero a la ciudad condal, y los del norte de España cambian la cómoda conexión directa por una compleja y latosa combinación de trenes y cercanías que les llevará todo el día para llegar a París y les hará gastar un par de noches adicionales en hoteles.

Ahora se recuerda la frase de Mariano Rajoy, quien hace escasas fechas declaraba que ‘la conexión del AVE reafirma a Cataluña como eje de comunicación entre Francia y España. Asistimos a un auténtico logro histórico en materia de interconexiones hispano-francesas’.

La solemnidad de sus palabras no coincide con el tiempo que se tarda en efectuar el citado recorrido internacional.

Mientras, el gabinete de François Hollande lo tiene claro. En tiempos difíciles, complicados económicamente, la inversión ha de centrarse en el ferrocarril convencional. Hace escasos meses anunció que la construcción de vías de alta velocidad se detendrá durante un buen puñado de años.

Y esta decisión implica a la línea París-Barcelona, una línea que desde Fomento queda curiosamente definida como ‘Madrid – Barcelona – París’. Es decir, desde Madrid, el camino más fácil (y el único, por lo que estamos viendo) de viajar a la capital gala es efectuarlo vía Barcelona…. ¿se trata de una nueva hoja de ruta para contentar al gobierno de Artur Mas?

Este 15 de diciembre, con más bombo que platillo, se abre la circulación ferroviaria entre Barcelona y París. El tren efectúa el recorrido en seis horas 25 minutos, o seis horas y 33 minutos en virtud del sentido.

Hasta el momento la duración del viaje es de, también dependiendo del sentido, siete horas con el cambio en Figueras por el distinto ancho de vía de los dos países.

Con todo, podemos decir que un dispendio como el que ahora se nos vende desde el Ministerio de Fomento carece de atractivo, sobre todo si analizamos a cambio de qué va a ser posible ahorrar una escasa media hora en el trayecto total.

El llamado Informe Duron, aprobado por el Gobierno de Francia, considera que ahora hay que aparcar las inversiones previstas para prolongar la alta velocidad. Por el contrario, Francia se plantea y decide mantener y mejorar las infraestructuras con las que ahora cuenta.

Al menos hasta 2030 este parón será un hecho en Francia, por lo que la decisión adoptada va a afectar a las obras ferroviarias entre Nîmes y Perpiñán.

Otro tramo, el que une Nîmes-Montpellier, va a ser concluido en el horizonte de 2017, aunque con muchas posibilidades de que las obras se retrasen.

Esta inauguración de la denominada línea de alta velocidad (Madrid)- Barcelona – Paris nos ha traído efectos colaterales, como la insólita, burda e ignominiosa actuación que tanto Renfe como SNCF han obrado con el enlace tradicional en tren nocturno que, desde Barcelona y desde Madrid se ha mantenido durante más de cuarenta años.

A partir del día 13 de diciembre los trenhotel Elipsos dejan de estar operativos. Ni el consorcio Elipsos, ni Renfe, ni SNCF quieren poner negro sobre blanco en la desaparición de estos dos trenes. A escasas fechas de ese día nadie informaba de que la desaparición de estos trenes es un hecho.

Se trata de dos enlaces (Madrid – París o Barcelona – París) que, cómodamente, permiten viajar por la noche y llegar a la capital parisina a primera hora de la mañana del día siguiente, con lo que sus viajeros se ahorran una noche de hotel, dos en un fin de semana de ida y vuelta.

La inquina con la que actúan los actuales responsables del Ministerio de Fomento contra los trenes nocturnos, está haciendo posible su virtual desaparición en España.

Esta maniobra torticera, que más bien se debe a la ignorancia de sus responsables con el transporte ferroviario y a una actuación de starlettes de la política, permite que sus declaraciones estén siempre más próximas a la estética AVE, al lujo y evanescencia de ‘lo moderno’, desconociendo la esencia del viaje en tren y a la enorme herencia ferroviaria que España no puede desmantelar ni degradar.

Lo que este país está sufriendo por las actuaciones de los directivos de Renfe, de Adif, de Fomento y de todo el Gobierno es de aurora boreal. Parece que para ellos nada es importante si no hay ‘control de accesos’ o ‘azafata del AVE’. En fin… el gran bluf de Ana Pastor.

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Comentarios

Miguel Ángel G… (no verificado)

Querido Federico, aunque soy periodista titulado y ejerciente, cada vez tengo peor concepto del "colectivo", porque hay demasiados colegas ignorantes, sobre-cogidos, o ideologizados que están corrompiendo nuestra noble profesión.

Por ello, aunque siempre te he tenido por un periodista cabal y al mismo tiempo brillante, la lectura de tu artículo me hace preciso enviarte una enhorabuena especial, pues pocas veces se lee algo tan bien fundamentado desde el conocimiento del asunto y la buena capacidad crítica. Tu información perfecta, analizada con rigor y objetividad me ha encantado y me alegra poder dejarlo escrito.
Un fuerte abrazo

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