Mostrar La Habana (VII): Los Grandes Teatros de la Habana

EXPRESO - 16.09.2012

Manolo Bustabad Rapa, periodista

Ese espléndido edificio neobarroco, ejemplo de equilibrio arquitectónico, en Pleno Paseo de José Martí, dando frente al Parque Central, fue proyectado por el arquitecto belga Pool Berriv e inaugurado en el 1914…

Ese espléndido edificio neobarroco, ejemplo de equilibrio arquitectónico, en Pleno Paseo de José Martí, dando frente al Parque Central, fue proyectado por el arquitecto belga Pool Berriv e inaugurado en el 1914.

Hablamos, naturalmente, del edificio que fue durante medio siglo Sede Social del Centro Gallego de la Habana. Dicha institución, existente desde el año 1880, compró en 1905 el Teatro Tacón (por 525.000 pesos oro) y los edificios y terrenos adyacentes para llevar a cabo su construcción.
El arquitecto se inspiró claramente en el neobarroco europeo e hizo visible en el exterior las intenciones de la sociedad gallega de aquella época, introduciendo en la fachada los cuatro grupos escultóricos, de Joseepe Moran, alusivos a la Beneficencia, la Educación, la Música y el Teatro, que engloban los que serían los principales ámbitos de actuación del Centro Gallego en las décadas siguientes.
Esta nueva edificación, de aspecto palaciego, continuó albergando el Gran Teatro Nacional además de los espacios destinados a las restantes actividades del Centro Gallego, con prioridad a las docentes y de instrucción, entre las que se encontraban la ‘Academia de Bellas Artes’ y la ‘Academia de música’, que llegó a ser elevada al rango de Conservatorio Nacional.
No hay que olvidar el amplio despliegue cultural desarrollado por esta sociedad de los gallegos, que llegó a tener, en 1920, 64.000 socios y más de 800 alumnos en las distintas disciplinas. En la actualidad varias sociedades gallegas disponen de una parte de la primera planta, aunque, por lo que hemos apreciado, la mayoría deben de tener muy poca o nula actividad.
Volviendo al nombre del teatro (que se le da por extensión la totalidad del edificio), recordamos que cambió varias veces en cada etapa política. Desde el inicial Gran Teatro de Tacón, pasando por Gran Teatro Nacional y Gran Teatro de la Habana en los años cincuenta, hasta los recibidos ya en la etapa de la Revolución, empezando por el de Gran Teatro de Ballet y Ópera de Cuba, en 1967, Liceo de la Habana Vieja, en 1977, y rebautizado en el 1981 como Complejo Cultural del Gran Teatro García Lorca.
Desde su última remodelación en 1978, el Teatro tiene un aforo de mil quinientas cincuenta y seis localidades de asiento y continúa siendo el símbolo por excelencia de las artes escénicas en Cuba.
Es preciso hacer referencia aquí al que lleva hoy el nombre de Teatro Nacional de Cuba, que no es otro que el apellidado Gertrudis Gómez de Avellaneda, sito en la Plaza de la Revolución, concretamente en la Avda. Paseo esquina a la calle 39. Este nuevo teatro, iniciado en el año 1952 según proyecto del arquitecto Julio Conesa (inexplicable y aparentemente olvidado), se inauguró en su totalidad en el 1979, con motivo de la celebración en la Habana de la V Cumbre de los Países no Alineados.

En realidad es un gran complejo cultural  que, además de las salas de teatro, la Avellaneda con 2254 butacas y la Covarrubias con 805, alberga dos Galerías de Arte y un espacio multiuso en el piso noveno de la torre central, dedicado a teatro experimental, talleres, grabaciones, etc., además del Centro de Información y Documentación de las Artes Escénicas María Lastayo, foco de atracción de investigadores y estudiosos. Un café cantante y un Piano-bar completan las actividades y atractivos del centro.

Además de recordar a todos los viajeros dos hitos de visita inexcusable en la Habana, pretendíamos con este artículo dos cosas:
Primera, reivindicar que esa joya arquitectónica, ubicada en el Paseo del Prado (o de Martí), al lado del Capitolio, fue promovida y costeada por una asociación de emigrantes gallegos.
Segunda, contribuir a aclarar la todavía confusión reinante en cuanto al nombre de los dos importantes teatros de la Habana. Confusión, incluso entre colectivos estrechamente relacionados con el turismo y los medios de comunicación, a pesar de que hace ya más de treinta años que las autoridades cubanas lo dejaron bien claro: en la antigua sede del Centro Gallego, el Complejo Cultural del Gran Teatro García Lorca y, en la Plaza de la Revolución, el Teatro Nacional de Cuba, Gertrudis Gómez de Avellaneda.
 

No te pierdas el siguiente capítulo:
 
Lee el capítulo anterior en Expreso:
 

Comentarios

Con firma relacionados