Encantado de México

EXPRESO - 20.05.2011

Alberto Bosque Coello

Vengo sorprendido y maravillado de lo agradable que es ser extranjero en un lugar en donde no te sientes como tal…

Acabo de llegar de un viaje de trabajo por la capital mexicana, y vengo sorprendido y maravillado con algunas cosas, que me gustaría compartir.
En primer lugar, lo agradable que es ser extranjero en un lugar en donde no te sientes como tal. No ya por el idioma, sino también por la cercanía y hasta el cariño con el que todos te tratan. 
Es también un lugar en donde es un placer trabajar en turismo. Siempre he sido un defensor de las relaciones humanas en cualquier sector, y más en el turístico. Soy firme defensor de la relación personal en cualquier transacción turística, por encima del inexorable avance de las nuevas tecnologías y la deshumanización a la hora de contratar cualquier servicio. México es un país en el que las agencias acaparan la inmensa mayoría de la contratación turística. Cuando un mexicano viaja, muy probablemente acude a un agente profesional, que a su vez, acude a un operador turístico.
Y esto me hace reflexionar: ¿Por qué son aún tan fuertes las agencias de viaje y los operadores en México?
En mi opinión, dos factores principales. Uno, la propia idiosincrasia del mexicano, muy centrado en las relaciones humanas, en la confianza en sus amigos, en el preferir hacer un viaje que le venda alguien de quien se fía, que una empresa en la que trabaja alguien a quien no conoce. Y la otra, la gran profesionalidad de los profesionales mexicanos.
Tuve la oportunidad de hacer presentaciones y encuentros de trabajo, y pocas veces por el mundo he visto tal interés, tal deseo por conocer, tal entusiasmo y tal agradecimiento a mi persona por haber ido allí a explicarles cómo es mi tierra.
Se dice que a los niños no hay que educarles para que sean más listos sino más curiosos. No hay que hacer que se aprendan esto o lo otro, sino que tenemos que conseguir que ellos se interesen por conocer aquello o lo de más allá. Pues en este caso, los agentes mexicanos lo han conseguido: son tremendamente curiosos. No puedo decir que los agentes mexicanos conozcan más que los agentes de otro país, pero sí puedo afirmar que demuestran más interés en conocerlo que tantos otros. Y así, con esa actitud, es cómo se va lejos.
Pero no queda ahí la cosa. A veces llegas de un viaje con buen sabor de boca, pero escribes a la gente con la que has estado y tienes la callada por respuesta. En este caso, nada más lejos: escribes, preguntas, afirmas, informas, requieres… Y te contestan, te siguen, te piden que les sigas informando…
En fin. Que me encanta trabajar con el sector profesional mexicano por que es de verdad riguroso a la par que amable y simpático.
Mil gracias a todos por ser así. No cambiéis. El mundo es mejor con gente así.
 
Fotografía Zócalo: Galería de imágenes de la web de Turismo de la Ciudad de México
 
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Comentarios

Susana Rodríguez (no verificado)

Alberto, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en tu escrito. Por mis venas corre sangre leonesa y desde hace unos años vivo en México, donde trabajo también en el mundo del turismo. Como bien dices, el agente mexicano es curioso y se interesa por muchas cosas, sobre todo por todo lo que tenga que ver con "la Madre Patria". Pero también es cierto que, mucho de lo que estos mexicanos te han expresado, es únicamente un reflejo de lo que tú previamente les mostraste. Así que gracias también a ti por ser un excelente profesional y por llevar tan dentro México (como tantos otros españoles lo llevamos).

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