El 57% de los viajes en tren de larga distancia en España serán de alta velocidad en 2020

EXPRESO - 24.03.2013

El tráfico ferroviario de larga distancia en Europa crecerá un 21% hasta 2020, cuando se alzanzarán los 1

Amadeus_railEl tráfico ferroviario de larga distancia en Europa crecerá un 21% hasta 2020, cuando se alzanzarán los 1.358 millones de pasajeros, según el estudio de Amadeus The Rail Journey to 2020, El viaje en tren en 2020.

Este incremento representa 238 millones más de pasajeros respecto a los 1.120 millones de 2011 y equivale a un crecimiento medio anual del 2,2%. Reino Unido, Francia, Suiza y Alemania serán los principales contribuidores a este crecimiento, representando conjuntamente el 70% de los nuevos volúmenes de pasajeros.
En España, el tráfico en tren de larga distancia crecerá un 0,5% anual hasta 2020, cuando se alcancen los 38,4 millones de viajeros.  
Estos datos que apunta el informe de Amadeus revelan el potencial del mercado ferroviario europeo tomando como referencia el periodo 2011-2020, en el que el sector evolucionará condicionado por una combinación de factores estructurales, regulatorios, tecnológicos y de negocio sin precedentes.    
El crecimiento de la alta velocidad  De los 1.358 millones de viajeros en tren de larga distancia que se alcanzarán en 2020 en Europa, el 34% (461 millones) utilizará servicios de alta velocidad.
Respecto a 2011, cuando estos servicios representaron el 28,5% (320 millones) del total, la estimación indica que el tráfico ferroviario de larga distancia-alta velocidad crecerá un 44% hasta 2020, es decir, un crecimiento medio anual del 6% durante los próximos siete años. No obstante, este ratio de crecimiento será inferior e al ritmo de progresión que experimentarán los viajes en tren de larga distancia-no alta velocidad (12%).  
En España, el crecimiento de la larga distancia en alta velocidad crecerá por debajo de la media europea, si bien, proporcionalmente llegará a representar más de la mitad de los trayectos de larga distancia en nuestro país.
Del total de 38,4 millones de viajes en tren de larga distancia que se prevén para 2020 en nuestro país, el 57% (22 millones) lo serán en alta velocidad, lo que representa un crecimiento de casi el 30% respecto a 2011, cuando los viajes de larga distancia-alta velocidad fueron 17 millones –que representaban el 45% del total (37,8 millones)–.    
Factores que condicionarán la evolución del tren en Europa 
The Rail Journey to 2020 realiza estas estimaciones tomando en consideración seis factores clave que marcarán la transformación del sector ferroviario, su relación con otros proveedores de viajes, y que ofrecerán grandes oportunidades de negocio para las compañías ferroviarias.    
La liberalización total del transporte ferroviario nacional de pasajeros a partir de 2019 significará que cualquier empresa podrá ofrecer servicios nacionales de transporte de viajeros por tren en toda la UE, en competencia con los antiguos monopolios ferroviarios. Por tanto, dará lugar a la entrada de más operadores en el mercado, lo que supondrá mayor nivel competitividad y mayores posibilidades de elección para los viajeros. (El proceso de liberalización es diferente en cada país miembro. En España, la liberalización será efectiva a partir de julio de 2013).   
Nuevos actores en los mercados: si bien la entrada de nuevos participantes será limitada hasta 2015, se espera que el mayor nivel de competencia venga de la mano de las compañías ferroviarias dominantes en su interés por expandir sus operaciones en el extranjero. Los nuevos partícipes se enfocarían en operar rutas muy selectas y entre los mejores pares de ciudades europeas. Un caso ya existente es la ruta Roma–Milán que es operada por la estatal Trenitalia y el operador privado NTV.   
La progresiva construcción de las nuevas líneas de alta velocidad, de acuerdo a las proyecciones en vigor, permitirá a la industria ferroviaria aprovechar esta ventaja competitiva e impulsar significativamente sus volúmenes de pasajeros transfronterizos, posicionándose especialmente como alternativa al avión.
Este aspecto resulta muy relevante teniendo en cuenta que, en Europa, las principales ciudades suelen estar a una distancia inferior a los 700 km, lo que corresponde a un viaje de alrededor de 3 horas en línea de alta velocidad. Se estima que la alta velocidad en Europa crezca en 5.000 kilómetros hasta 2020 –desde los 11.000 km existentes en 2011 hasta los 16.000 km–. España, Turquía, Rusia, Francia y Alemania liderarán el desarrollo de esta infraestructura; así por ejemplo, España construirá cerca de 1.700 nuevos km y Rusia finalizará la ruta Moscú – San Petersburgo, que representará más de 650 nuevos km.
Nuevos centros de conexiones (hubs) multimodales: La UE pretende impulsar el transporte intermodal para mejorar mejorar los niveles de congestión del tráfico aéreo y mejorar las conexiones, lo que supondrá nuevas oportunidad para las compañías ferroviarias para competir en el mercado y para crecer.
Actualmente, sólo 14 aeropuertos ofrecen conexiones con trayectos de tren de larga distancia o alta velocidad, entre ellos Charles de Gaulle (París), el Aeropuerto Internacional de Frankfurt y Schiphol (Amsterdam).
En España no existe actualmente ningún hub intermodal de este tipo. A través del programa Trans-European Transport Network (TENT-T), la UE pretende apoyar la introducción de centros multimodales en 37 aeropuertos para 2030.   
En línea con la tendencia anterior, se impulsará la cooperación entre el sector ferroviario y el aéreo, así como entre las propias compañías de tren. La experiencia de viaje más eficiente, cómoda y fluida para el viajero se traducirá en un aumento sustancial de los volúmenes de pasajeros. De hecho, se estima que la mayor cooperación podría elevar los 1.358 millones de pasajeros de tren de larga distancia previstos para 2020 en 31 millones, hasta alcanzar cerca de los 1.390 millones.
Algunos casos de cooperación operativa y comercial en vigor, son por ejemplo, Avianca y Renfe en España, Air France y SNCF en Francia, y Brussels Airlines y Jet Airways con Thalys en los Países Bajos.
La cooperación entre las propias compañías ferroviarias emergerá principalmente para facilitar a los viajeros la conectividad y fluidez en viajes transfronterizos (en 2011 sólo representan un 6% del total). Ejemplos de cooperación ya existentes entre ferroviarias son, entre otras, las sociedades conjuntas Eurostar, Thalys o TGV Lyria, o los acuerdos de interlining    
La estructura de costes de las compañías ferroviarias también cambiará. Hasta 2020 –el periodo analizado en el informe de Amadeus–, los costes estarán condicionados por el entorno económico y, aún en el caso de un empeoramiento de la economía, se asume que la base de costes seguirá aumentando o se mantendrá, pues las compañías precisan seguir creciendo.
En este sentido, para crecer y mejorar su rentabilidad en un entorno liberalizado, será necesario que modifiquen la base de costes para buscar eficiencia y aprovechar economías de escala, así como innovar y desarrollar nuevos y más servicios centrados en el viajero. Las empresas cambiaran su modelo de inversiones a largo plazo (CAPEX) a modelos de costes flexibles y variables (OPEX).   
Expreso. Redacción. A.R

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