Destino del vino y la gastronomía con la Ruta del Vino de Lleida

EXPRESO - 05.12.2017

Lerida_Ruta_Vino_0El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida y la Denominación de Origen Costers del Segre han presentado la Ruta del Vino de Lleida - El Viaje de los Sentidos, una propuesta sin parangón con la que Lérida se posiciona como destino turístico de calidad del vino y la gastronomía.

Hablar de Lérida es hablar de vinos de calidad, y con esta propuesta, este paraíso vitícola - comprometido con el territorio y la sostenibilidad- apuesta por ofrecer una gran diversidad de actividades organizadas que engloban todo tipo de experiencias que son un reflejo vivo de su patrimonio, como catas, menús armonizados o visitas guiadas, entre otras.
Así, de norte a sur, la Ruta del Vino de Lleida reúne ayuntamientos, consejos comarcales, asociaciones, oficinas de turismo, bodegas, restaurantes, establecimientos temáticos y alojamientos turísticos para ofrecer experiencias únicas vinculadas al mundo del vino.
Las innovadoras bodegas que salpican la geografía leridana tienen en su origen una tradición larga y ancestral. Están situados en bellos parajes naturales, donde la tecnología más moderna y la tradición generacional del cultivo de la vid ofrecen vinos singulares, tan diversos como el territorio por el que se extiende la Ruta del Vino de Lleida.
Los vinos que se elaboran, bajo la DO Costers del Segre, armonizan con la mejor gastronomía local, ya que la Ruta recorre municipios con una cocina rica, diversa y sabrosa. Ésta incluye también una selección de restaurantes que representan los mejores tesoros de la gastronomía de Lleida, que tienen su origen en los productos naturales que se cultivan, crecen y elaboran en sus campos: un legado que convive con la nueva cocina y se reinventa cada día con los ojos puestos en un paisaje diverso y delicioso.
Además, la ruta ofrece también un paseo por un patrimonio natural y monumental único y exclusivo. Se pueden apreciar las huellas de diversos pueblos que en su día habitaron en tierras leridanas, una cultura arraigada al paisaje y a los vestigios de épocas anteriores que conviven en un abanico de parajes dispares.
Cabe destacar los paisajes naturales, admirando cada tramo y cada curva de la Ruta porque, medida que uno se adentra en ella, el plan y la montaña, los campos de cultivo y los pastos, las ciudades y poblaciones; le ofrecerán un paisaje cambiante como los campos de olivos de Les Garrigues, los parajes naturales del Montsec y La Terreta.
Expreso. Redacción. J.R

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