¿Por qué los turistas chinos no vienen a España?

EXPRESO - 25.04.2014

Cerca de un millón de chinos visita anualmente Francia, alrededor de medio millón Alemania y otro medio millón Italia

HenKuaiCerca de un millón de chinos visita anualmente Francia, alrededor de medio millón Alemania y otro medio millón Italia. España apenas logró sumar 150.000 turistas chinos en el ejercicio 2012.

La razón de tan  paupérrima cifra, siendo España el cuarto del mundo en recepción de turistas, con casi 58 millones el pasado año, se debe a que llevamos más de una década con la radiografía encima de la mesa y el diagnóstico hecho, pero sin acometer el tratamiento necesario para paliar la situación.
Algunas administraciones públicas están empezando a tomar las medidas necesarias y a trabajar con empresas españolas especializadas en el público chino, como HenKuai, para atraer a los turistas del principal mercado emisor mundial que es el gigante asiático.   
El reto está lanzado: alcanzar el millón de turistas chinos en el año 2020. Y la tarea es  ímproba porque, de momento, apenas un 0,2 por ciento de los 80 millones de ciudadanos  chinos que cada año viajan fuera de su país elige el nuestro como destino. Y eso a pesar de que a los chinos les gusta nuestra cultura, nuestra gastronomía (sobre todo el vino y el aceite de  oliva), nuestras marcas de moda, el diseño, la arquitectura y la tecnología españolas; les gustan  nuestras gentes y sus costumbres.
Los chinos conocen España por el fútbol, los toros y el flamenco. Tópicos que funcionan aunque no consigan aún crear una ‘marca España’ propia separada de la ‘marca Europa.   
El problema es que ya el que fuera ministro de Asuntos Exteriores entre 2000 y 2002, Josep  Piqué, dijo hace seis años: ‘Espero que dentro de un año no sigamos hablando de que para  mejorar el turismo chino debemos mejorar el tema de los visados, cambiar el modelo de sol y playa y mejorar las conexiones aéreas’.
No han pasado 12 meses sino 72 y el actual ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, mantiene el discurso. Es decir, desde las administraciones públicas no se ha hecho nada o se ha hecho muy poco y han sido las empresas privadas las que han empezado a poner las vías y los raíles para traer a los turistas  chinos a nuestro país.   
Con la experiencia de esas empresas especializadas como HenKuai, algunos gobiernos locales y autonómicos están arrancando el trabajo en el principal mercado emisor de turismo del  mundo, China, que además envía a los turistas que más gasto hacen y más dinero dejan en los  países que visitan (una media de 344 euros por turista chino y día en el extranjero).
Además de las acciones que corresponden a la administración central, como mejorar las conexiones aéreas, ofrecer un modelo distinto al ‘sol y playa’ que identifique la ‘marca España’ y resolver los obstáculos a los visados), las ciudades y regiones españolas que quieran conquistar al  turista chino deben conocerlo mejor, adaptar a él su oferta y trabajar con sus agencias de  viajes.   
Si es cierto que hace años el turista chino gustaba de viajar en grupo, lo cierto es que hoy son legión los que organizan sus vacaciones a través de Internet para viajar solos, en pareja o en familia por lo que la promoción on-line es una de las primeras batallas a librar que además se puede ganar gracias a las empresas españolas especializadas en comunicación para China, como HenKuai.   
La segunda batalla se libra en el campo idiomático: la mayoría de quienes viajan desde China no habla más idioma que el chino mandarín por lo que sería fundamental que el sector turístico  español aprendiera esta lengua de la mano de las escuelas que ya han desarrollado en España  un método específico para hispanohablantes rápido, seguro y eficaz.
La tercera y definitiva batalla es la que enfrenta al modelo ‘sol y playa’ con el de la oferta  turística cultural, deportiva, de shopping y gastronomía. Los turistas chinos no quieren  tumbarse una semana en la playa vuelta y vuelta. A ellos les gusta ver el mar, hacer unas  cuantas fotos y marcharse porque lo que buscan es desconectar, pero haciendo cosas.
Por eso la oferta no puede pasar sólo por la clásica española con bar de tapas incluido, sino que  debe integrar, por ejemplo, seminarios sobre los principales artistas españoles (de Velázquez a  Gaudí) o sobre la dieta mediterránea o los modales europeos, visitas a jardines, una tarde de  toros y otra de shopping de lujo, asistencia a espectáculos deportivos de primera categoría -desde fútbol y tenis a golf- donde puedan relacionarse con famosos deportistas, una noche de  flamenco, una ruta organizada por los mejores museos de la ciudad o una cena en el mejor,  más antiguo y típico restaurante de la zona.   
Expreso. Redacción. A.F

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