Feria de Málaga, la semana más divertida del verano en la Costa del Sol

EXPRESO - 15.07.2011

Durante la Feria de Agosto no nos busques en la redacción de Expreso

Texto y fotos: Federico Ruiz de Andrés y Ana Bustabad
Las mismas calles que unos meses vestían de incienso y saetas, recuperan cada agosto el sabor dulce del Cartojal, las flores en el pelo y los abanicos, imprescindibles para disfrutar la semana más divertida del verano en la Costa del Sol. Comienza la Feria de Málaga.
 
Del Centro al Real, de la Malagueta al Parque, de la calle Larios a la plaza de la Merced, toda la ciudad vive intensamente esta fiesta. Comenzó celebrándose hace varios siglos, para conmemorar la reconquista de Málaga por los Reyes Católicos un 19 de agosto, allá por 1487.
Abierta a todo el quiera venirse, la Feria de Málaga se vive sobre todo en las calles. Son nueve días que no vas a olvidar. El calor del verano se combate aquí a golpe de rebujito y verdiales, de aspersores que expulsan gotitas de agua con olor a jazmín. Es un estallido de color, música y buenas vibraciones que contagian a quienes la visitan.
Si nunca has estado en Málaga o hace mucho que no vienes, aquí tienes lo necesario para descubrirla. Pero la ciudad se transforma con la Feria, una de esas citas imprescindibles del verano que, una vez que pruebas, repites siempre. Te contamos todo lo que necesitas saber para disfrutarla como un auténtico malagueño:
 
Todas las claves para disfrutar la Feria de Málaga
  
Nosotros también nos vamos

Durante la Feria de Agosto no nos busques en la redacción de Expreso. Estamos, seguro, en Málaga, saboreando la semana más divertida del verano con Agustín, Julia, Antonio, Roque, Ana, María, Pilar…
Si en septiembre no contestamos todavía al teléfono es porque nos hemos quedado a vivir aquí. Así que ríndete a la evidencia y vente a la Costa del Sol, no hay mejor lugar para disfrutar la vida.
 
 
DÓNDE ESTÁ LA FIESTA
La Feria del centro
Una de las peculiaridades de la Feria de Málaga es que se vive sobre todo en la calle. Pasado ya el mediodía comienza la fiesta de vinos y tapas, de cartojal y abanicos, de luz y color por todo el centro histórico, convertido en una gigantesca caseta al aire libre hasta media tarde.
No tiene pérdida. Desde la Alameda y la plaza de la Marina, pasando por la imprescindible calle Larios, hasta la plaza de la Constitución, en los alrededores de la catedral o del Museo Picasso… Toda Málaga está llenita de rincones animados y castizos.
Malagueñas, sevillanas, conciertos improvisados y no tanto a cargo de las mejores pandas; flamenco en la plaza de la Merced, verdiales en la del Obispo; toldos y farolillos que transforman las calles más señoriales para escapar del calor de agosto.
Mitígalo con un rebujito o un Cartojal, la bebida por excelencia estos días, y escoge tapas refrescantes como el gazpacho, la porra antequerana o una ensalada malagueña de bacalao y naranja, pero no te olvides de clásicos como el jamón, los pescaítos o las berenjenas fritas.
 
El Real de la Feria
Aunque abre cada mañana desde 12, con el paseo diario de enganches y caballos, la noche es la auténtica protagonista en el Real del Cortijo de Torres. Una explosión de luces te dará la bienvenida a 500 mil metros cuadrados de casetas, música en directo y carricoches para disfrutar hasta el amanecer.
Hay dos grandes zonas: la ‘familiar’, con varias calles, perfecta para cenar y marcarse unos bailes; y la de la ‘juventud’, la zona de copas, para seguir la fiesta. Junto a esta, los ‘carricoches’, donde no faltan atracciones como tiovivo, montaña rusa, Mazorca de maíz, patatas rellenas. Aquí la llaman la ‘calle del Infierno’.
Aquí las casetas son abiertas, se puede entrar en cualquiera, ya sean municipales, de peñas, cofradías, asociaciones, o casetas comerciales de bares de copas y restaurantes. Basta con pagar las consumiciones, como en cualquier local. Eso sí, para encontrar mesa conviene llegar pronto, antes de las diez de la noche.
La del Real es la feria más auténtica y tradicional. Aquí no solo encontrarás conciertos gratuitos de los grupos de moda, como los del Auditorio Municipal. También actuaciones de grupos folclóricos y fiestas flamencas que organizan muchas casetas. Por la noche puedes venir vestida de gitana, pero estarás más cómoda con vaqueros y un toque chic. Eso sí, no te olvides la flor en el pelo, seguimos de feria.
Aunque el Real tiene un aparcamiento enorme, justo al lado del Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, es mejor venir en taxi o en autobús urbano, que cuenta con tarjetas descuento y más frecuencias por las noches.
 
Más espacios para la fiesta
Además de la Feria del Centro y del Real, la Feria de Agosto cuenta con otros espacios tradicionales que se suman a la fiesta. Te será fácil encontrarlos, sigue la música.
Para los más pequeños hay una Feria Mágica en el Paseo del Parque, frente al recién inaugurado paseo de palmeras del Puerto. Muy cerca, en la plaza de la Marina, se celebra cada año el Festival Internacional de Folclore, que suma ya más de veinte ediciones. Los conciertos suelen ser a las 13 horas.
Imprescindible para los aficionados es la Feria Taurina, que se celebra de sábado a sábado. Figuras de primer nivel se juegan la vida cada tarde a las siete en la plaza de toros de La Malagueta, donde también hay corridas de rejones y novilladas. Las entradas se pueden comprar en la propia plaza, que estos días abre de 10 a 22 horas.
La Feria del Caballo es espectacular, con paseos de enganches y caballos, y un concurso de doma y enganches el lunes por la noche, sobre las 23 horas.
Cada noche, a las 22 horas, tienes una cita más tranquila en la parte alta del centro, en el Auditorio del Castillo de Gibralfaro. Además de música clásica, desde aquí disfrutarás de las mejores vistas de la ciudad.
  
TRES CITAS QUE NO PUEDES PERDERTE
La noche de fuego en la Malagueta
El viernes de la semana anterior a la del 19 de agosto, malagueños y visitantes tienen una cita ineludible con el fuego. Un poco antes de la medianoche, la playa de la Malagueta ya es un hervidero. Miles de personas escuchan el pregón sobre la arena, impacientes porque den las doce.
Es justo entonces cuando los fuegos artificiales rompen el cielo mediterráneo. Durante media hora, más de cuatro mil kilos de materiales pirotécnicos tiñen el agua de colores, se enciende el alumbrado en el Paseo del Parque, suena la música. Málaga está de Feria.
La fiesta dura toda la noche. En la arena de la Malagueta, donde se celebra el primer gran concierto del verano; en los escenarios instalados por toda la ciudad, miles de personas se divierten hasta el amanecer.
Si buscas un lugar especial para vivir esta noche, escoge algunas de las terrazas más altas del centro, como la del AC Málaga Palacio o la del hotel Molina Lario. Además de una vista espectacular de los fuegos, disfrutarás de música y copas en un ambiente exclusivo. Imprescindible reserva.
 
Flores para la patrona de Málaga
Es sábado, el primero de la semana de Feria. Falta poco para las once de la mañana y cientos de malagueños caminan a paso rápido hacia el Ayuntamiento, en el Paseo central del Parque. Dentro, las mujeres se apresuran con los últimos retoques del peinado.
Mientras van llegando enganches y caballos enjaezados a las puertas de la Casa Consistorial, cada uno más colorido que el anterior, el alcalde agasaja con un café en el solemne Salón de los Espejos a los malagueños ilustres.
A las doce en punto, el regidor baja la escalinata del Ayuntamiento y hace entrega de la bandera de la ciudad a los caballistas, que la llevarán junto con la ofrenda de flores hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, patrona de Málaga.
Tras unos bailes de cintas y panderetas, el cortejo multicolor arranca por fin, para recorrer todo el centro de Málaga hasta la iglesia, seguido de cientos de peregrinos que se van añadiendo a la romería urbana.
Algunas calles se hacen demasiado largas. No por la cuesta arriba y el sol de justicia, que también, sino sobre todo por las pandas que paran los coches de las autoridades, y les cantan unas estrofas improvisadas.
Al terminar la misa, los romeros se van dispersando por los bares de la ciudad. Una cerveza bien fría a ritmo de malagueñas. Una foto de grupo a la sombra. Un momento para el descanso de hombres y caballos. Sigue la fiesta.
 
El encendido del alumbrado en el Real
Las nueve y media de la noche del primer sábado de Feria. Esa es la hora mágica en la que el alcalde malagueño acciona un interruptor y cientos de miles de puntos de luz se encienden de pronto en el Cortijo de Torres, transformando la noche en día.
Es el encendido del alumbrado en el Real de la Feria de Málaga, que durante nueve días y, sobre todo, nueves noches, será el centro del bullicio y la diversión.
Desde ese momento, casetas, calles y carricoches se llenan de gente dispuesta a olvidarse durante una semana de todo lo que no sea fiesta. Así será cada noche hasta la última, la del domingo, cuando a las 12 en punto se apagan las luces del Real. Hasta el año que viene.
 
 
24 HORAS EN LA FERIA DE MÁLAGA
Seguir el ritmo de la Feria es lo más fácil del mundo. Basta con dejarse llevar por la música y la marea humana que inunda estos días la capital de la Costa del Sol. Pero para que no pierdas detalle, aquí va una guía para disfrutar la Feria de Málaga en 24 horas:
10.00 h Mañana refrescante
Después del primer café en el Central, en la plaza de la Constitución, aprovecha para caminar por el nuevo paseo del Puerto, o acércate a cualquiera de las playas urbanas de Málaga, a esas horas están perfectas. 
Si te gusta el arte no te pierdas el nuevo Museo Carmen Thyssen, el Museo Picasso y la Casa Natal del pintor, o el recién inaugurado Museo del Automóvil, en el antiguo edificio de Tabacalera.
Te sorprenderán sus vehículos históricos y su colección de sombreros y motores pintados a mano.
O escápate un rato del bullicio de Málaga para conocer otros rincones cercanos de la costa malagueña, como Mijas, Benalmádena o Torremolinos. En la web de la Costa del Sol encontrarás toda la información para planificar tu escapada.
12.00 h Primera caña en el centro
Comienza la Feria del Centro. Tómate la primera caña o un rebujito (fino con Sprite) en los bares del casco histórico. Mejor acompañado de jamón ibérico y una porra antequerana.
Es un buen momento para ir a los clásicos, luego estarán a rebosar: El Pimpi, en la calle Granada; o la Casa del Guardia, en la Alameda.
Si vas con niños, haz una parada en la Feria Mágica, en el Paseo del Parque. Compra una flor de vistosa en alguno de los puestos que verás por la calle.
13.00 h Comienza la música
A esta hora suenan ya los verdiales por las calles del centro. Date un paseo por Larios, por la plaza del Obispo. Bares y restaurantes sacan barras y altavoces para animar el ambiente. Sigue con el tapeo en La Rebaná, en la calle Molina Lario. Baila, canta y ten cuidado con el Cartojal, se sube sin querer a la cabeza.
De camino a la plaza de la Marina, donde comienza el Festival de Folclore, haz una parada en La Moraga de Dani García, en la calle Fresca, y pide una mini hamburguesa de toro. Si tienes antojo de mar y pescaíto del bueno, escápate al Maricuchi, en la playa de Pedregalejo.
17.00 h La hora de la siesta
Después de tanto baile y tanto tapeo, nada mejor que una siesta en el hotel para contrarrestar el calor y reponer fuerzas, que la noche es muy larga.
Aprovecha para cambiarte y ponerte guapo.
18.00 h Tarde de toros
Sal caminando por la Alameda y el Paseo del Parque hasta la plaza de La Malagueta.
A las siete, cuando termina la Feria del Centro, comienza cada tarde una corrida donde participan las figuras de más renombre.
Si no te gusta el espectáculo, cámbialo por una visita a la Catedral, te encantará el fresquito que hace dentro. O sube a conocer la Alcazaba, el Teatro Romano y el Castillo de Gibralfaro, con las mejores vistas de la ciudad.
21.00 h Rumbo al Real
Arréglate para la noche y coge un autobús o un taxi hacia el Real de la Feria.
Si llegas antes de las diez te será más fácil encontrar mesa en alguna de las mejores casetas. Prueba en La Jarana, La Rotativa, El Péndulo… 
24.00 h Hasta que el cuerpo aguante
Después de una cena con fiesta flamenca en las casetas de calles ‘familiares’, ve hacia la zona de ‘carricoches’, donde encontrarás la noria y la montaña rusa.
Termina en las casetas de ‘la juventud’, donde la fiesta continúa hasta el amanecer, o hasta que el cuerpo aguante.
Cuando ya no puedas más, recuerda que hay un excelente servicio de autobuses y taxis que unen el Real con las distintas zonas de Málaga durante toda la noche.
Si es muy tarde, tómate un chocolate con churros antes de volver al hotel. Dormirás como un niño hasta que empiece de nuevo la fiesta.
 
 
LOS 5 MÁS PRÁCTICOS
Abanico
No hay manera más práctica ni glamourosa para sofocar el calor que un buen abanico. De madera, de tela, estampado, de colores… lo importante es moverlo con gracia. Si no sabes, pregunta a cualquier malagueña, es una buena excusa para conocer gente. Los de los hombres, mejor pequeños y lisos.
Cartojal
La bebida de la Feria por excelencia, de las bodegas Málaga Virgen. En sólo ocho días de Feria se vende la mayor parte de su producción anual. Es un vino dulce y fresco de aromas cítricos y toques de miel que entra como el agua, pero cuidado, se sube con la misma facilidad a la cabeza.
Flor
Ninguna malagueña se resiste estos días a llevar una en el pelo. No importa cómo vistas, un simple vaquero y una camisa blanca serán suficientes si te colocas una flor con estilo. Las más prácticas, de tela y con pinza, las encontrarás a miles en los puestos de la calle. Si quieres algo más especial, compra una biznaga, la flor típica de Málaga, que se elabora con jazmines. Por la calle encontrarás estos días muchos biznagueros.
Traje de gitana
De día, en la Feria del Centro, las malagueñas suelen vestir de gitana, aunque muchas optan por un dos piezas de falda de volantes y camisa. Fíjate en las tendencias, el último día te querrás llevar uno para el año que viene. Por la noche en el Real el estilo es más ‘arreglado pero informal’, y se ven menos trajes de flamenca. Lo importante es elegir ropa fresca y calzado cómodo, las alpargatas son una opción muy práctica.
Tarjeta de EMT
Aunque el Real del Cortijo de Torres cuentan con miles de plazas de aparcamiento, durante la Feria es mejor dejar el coche y moverse a caballo o en transporte público. Los autobuses municipales EMT tienen estos días una tarjeta descuento válida para todas las líneas excepto la del aeropuerto. Sus rutas comunican constantemente la ciudad con el Real, especialmente por la noche, cuando aumentan las frecuencias.
 

 

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