Tras las huellas de Federico García Lorca en Granada

EXPRESO - 19.12.2009

Texto: Sara Iglesia Arceredillo y Víctor Manuel del Pozo Gómez;  Fotos: Víctor Manuel del Pozo Gómez

Si andas buscando un viaje diferente por el sur de España, te vamos a proponer un apasionante recorrido por la Granada Lorquiana.
El turoperador Vista Travel organiza una singular ruta de Federico García Lorca que recorre los lugares más emblemáticos en la vida del poeta.
Valderrubio, antigua cuadra, hoy teatrillo
Esta ruta por la provincia granadina se realiza en autobús partiendo de Granada los sábados y domingos, lo que permite a los viajeros adentrarse en la interesante y poco conocida vida de Federico García Lorca a lo largo de una mañana.
El primer destino del viaje será en Fuente Vaqueros, donde se visita el Museo Casa Natal, lugar en el que el poeta nació y pasó sus primeros años de vida. La primera impresión que nos surge al acercarnos a esta casa es la de encontrarnos ante otra más de tantas, eso sí, provista de ese característico estilo andaluz que hace únicas a las construcciones del sur.
Fuentevaqueros, patio de su casa
Ya una vez dentro, es fácil imaginarse a aquel niño que debió de ser Federico disfrutando de su infancia junto con su familia. Y es que, no en vano, entre esas paredes Lorca dio sus primeros pasos.
Se puede ver una casa muy bien conservada que mantiene objetos familiares tales como la cama original en la que nació y su andador, entre otros, además del patio típico andaluz donde el poeta gustaba jugar junto con sus hermanos. Esta casa está consagrada principalmente a la infancia de Lorca y lleva a cabo interesantes exposiciones temporales.
A pocos kilómetros de Fuente Vaqueros se encuentra Valderrubio. Este pueblo era llamado 'La Asquerosa' en tiempos del dramaturgo, hecho que disgustaba enormemente a Lorca, por lo que intentaba omitirlo en todas sus cartas y escritos.
Valderrubio, comedor donde recibía las visitas
Será la segunda parada en nuestro itinerario, donde visitaremos la Casa Museo Federico García Lorca, lugar al que el poeta se mudó junto con su familia siendo aún muy joven. Aquí Federico entra en contacto con la vida rural, que influyó notablemente en sus obras.
Pepe, el guía, te enseña las estancias de la casa plagando cada rincón de simpáticas anécdotas obtenidas de la tradición oral del pueblo, lo que convierte la visita en algo singular, haciéndote sentir parte de la historia.
Una de las anécdotas que más nos llamó la atención fue la que dio origen a su afamada obra ‘La casa de Bernarda Alba’: Nos contaba Pepe, siempre adornando cada palabra con su simpático acento andaluz, que en tiempos de Federico García Lorca había una viuda, Frasquita Alba, que vivía junto con sus cuatro hijas en una casa colindante a la de sus primos.
Valderrubio, cocina de la casa de Lorca
Entre ambas había un pozo medianero a través del cual Lorca podía escuchar las  conversaciones, riñas y enredos de las mujeres. ¿No resulta acaso verdaderamente increíble cómo a través de las intrigas cotidianas de una familia común Lorca fue capaz de recrear una de sus más esplendidas obras?
Nuestra siguiente parada nos sitúa en los últimos y trágicos momentos de la vida del poeta. El parque Federico García Lorca, situado en el municipio de Alfacar, es el lugar en el que se cree que fue fusilado Federico aquella fatídica noche de 1936. En él se puede apreciar el olivo bajo el cual se ha pensado siempre que está enterrado el famoso dramaturgo.
Las excavaciones para encontrar su cuerpo y el de los que se cree que fueron fusilados junto a él crearon una gran controversia. Entre los partidarios que deseaban descubrir si en ese lugar realmente descansaban los restos mortales del poeta y los que preferían dejar las cosas tal y como estaban. En este último grupo se encontraba su familia.
Alfacar, fragmento de uno de sus poemasAl final, la excavación de Alfacar ha terminado con un resultado negativo, y bajo el lugar, por el momento, sólo se ha encontrado una gran roca.
 
  ¿Si la muerte es la muerte,
  qué será de los poetas
  y de las cosas dormidas
  que ya nadie las recuerda?
  ¡Oh sol de las esperanzas!
  ¡Agua clara! ¡Luna nueva!
  ¡Corazones de los niños!
  ¡Almas mudas de las piedras!
  Hoy siento en el corazón
  un vago temblor de estrellas
  y todas las rosas son
  tan blancas como mi pena.
Canción Otoñal. 1918.
Federico García Lorca.
 
El viaje nos lleva, pues, al barranco de Víznar, el otro posible emplazamiento en el que se cree que puede estar enterrado Lorca. Situado entre montes, se accede a este paraje a través de una serie de puentes de madera.
Una vez allí, un silencio sepulcral, roto tan solo por el trino ocasional de algún pájaro, inunda el lugar, como si la naturaleza supiera que ese paraje hace las veces de cementerio para más de tres mil almas asesinadas injustamente por culpa de unas ideas que muchos de ellos ni siquiera entendían.
Trágico es saber que entre estas personas se encontraban niños y niñas. Y es que, tal y como nos explicó nuestra guía, la guerra sirvió como pretexto para saldar cualquier tipo de envidia o rencilla personal.
Barranco de Víznar
Llegado el punto final de este apasionante viaje en el tiempo a través de la vida de uno de los mejores dramaturgos españoles. Nuestra simpática guía, Soledad, nos recomienda que visitemos, ya por nuestra cuenta, la Huerta de San Vicente.
Situada actualmente en el parque Federico García Lorca, a pocos metros del centro granadino, cuesta creer que en vida del poeta esta huerta, residencia de verano de la familia Lorca, estuviera situada a más de cinco kilómetros de la ciudad. Una vez allí, es fácil imaginarse a Federico en su habitación escribiendo alguna de sus famosas obras.
Huerta de san Vicente
En definitiva, se trata de una interesante iniciativa que recorre de manera fiel la vida de este poeta cuya existencia estuvo tan plagada de éxitos como de incógnitas lo estuvo su muerte. Te invitamos a que descubras en profundidad, tal y como hemos hecho nosotros, todos los secretos de la vida de Federico García Lorca que, seguro, no te dejarán indiferente.
Y aprovechando la ocasión, no debes permitirte marchar de Granada sin haber visitado uno de sus monumentos más internacionales: la Alhambra; antigua ciudad palatina, Casa Real cristiana, Capitanía General del Reino de Granada y fortaleza militar hasta llegar a su declaración como Patrimonio de la Humanidad.
La visita al complejo necesita de varias horas, por lo que aconsejamos planificarla bien y acudir con tiempo suficiente para poder disfrutar de su singular grandeza. Desde la Alhambra se puede observar el Albaicín, antiguo barrio árabe de Granada. Su visita es recomendable siempre que el tiempo lo permita. Piérdete por sus laberínticas calles y contempla desde los puntos más altos una espectacular vista de todo el complejo de la Alhambra.
Albaicín, vista desde la Alhambra
Para rematar el viaje, nunca está de más disfrutar de un lúdico paseo por el centro de la ciudad donde, además de la catedral, uno de los ejemplos más relevantes de la arquitectura renacentista española, podréis visitar la Alcaicería, una curiosa zona comercial que recuerda a un pequeño zoco árabe.
El antiguo mercado de la seda nazarí situado en las inmediaciones de la catedral es actualmente el mejor lugar para adquirir cualquier souvenir o producto artesano. Podréis también pasear por las ajetreadas calles de Granada y degustar de una excelente tapa -gratis- en cualquiera de sus múltiples bares. 
Dónde alojarse
Para poder potenciar al máximo vuestra visita a la Granada Lorquiana recomendamos el hospedaje en el fabuloso hotel ‘Reina Cristina’, situado en el corazón de la ciudad, a escasos metros de la catedral.
Nada más atravesar el umbral que nos introduce en la recepción, nos invade una extraña sensación, como si hubiésemos viajado en el tiempo a aquellos años en los que Lorca gustaba pasear por las calles de Granada.
hotel Reina Cristina, en Granada
Antigua casa de la familia Rosales, íntimos amigos del poeta, quienes lo escondieron entre aquellas paredes en los últimos momentos de su vida, cuando empezó a ser consciente de que esta corría serio peligro. Allí fue donde le prendieron para llevárselo al Gobierno Civil, donde comenzó su personal vía crucis que acabaría con la muerte.
Todo el complejo ha sido meticulosamente reacondicionado según los planos originales para intentar no perder la esencia de la época. Una excelente atención y unas confortables habitaciones harán que tu visita a la ciudad se convierta en algo inolvidable. No olvides degustar su elaborada cocina en su restaurante ‘El rincón de Lorca’, que también cuenta con una cuidada decoración al más puro estilo lorquiano.
 
Agradecimientos
 

Comentarios

Javier Fernández (no verificado)

Tengo en deuda una visita a Granada, quizá la ruta de Lorca sea la excusa perfecta :-) Gracias por la info!

Gonzalo Garcia (no verificado)

Me ha gustado mucho el reportaje. He visitado varias veces Granada, y nunca se me habia ocurrido hacer una ruta de este tipo. Lo tendre en cuenta para mi proxima visita. Enhorabuena por el reportaje, es muy interesante.