Posada La Pascasia, encanto rural con mucho estilo en Puebla de Sanabria

EXPRESO - 22.10.2011

Texto y fotos: Federico Ruiz de Andrés y Manolo Bustabad Rapa

Hay alojamientos que merecen por sí mismos un viaje, aunque el destino no sea atractivo a primera vista. Este no es el caso. La Posada La Pascasia, además de ser un alojamiento con mucho estilo, nos recibe en el cogollo de una de las villas más bonitas de España, Puebla de Sanabria, en la provincia de Zamora.
 
Distinguida con la marca de calidad Posadas Reales de Castilla y León, La Pascasia recibe a sus huéspedes a media cuesta del casco viejo. El zaguán, con huellas de siglos, da paso a una pequeña recepción que sorprende por su colorido y deja adivinar la excelente rehabilitación del edificio. Aquí y allá, algunas piezas de diseño vanguardista contrastan con los robustos muros de piedra.
Desde que llegas todo resulta perfecto, a medida del cliente, que aquí se trata como si fuese un amigo. ¿Que necesitas conectarte a Internet? No hay problema, el hotel cuenta con red inalámbrica gratuita en todas las habitaciones y un equipo a disposición de los huéspedes.
¿Que quieres fumar? También. Tal y como permite la legislación vigente en España, tienen reservado un número de estancias para fumadores. La Posada cuenta incluso con un pequeño gimnasio muy bien equipado.
Si tienes dificultades de movilidad puedes elegir la suite número 1, la segunda más bonita de toda la Posada, que se encuentra en la planta baja y disfruta de vistas al valle. Las mismas vistas que la número 2, una suite espectacular con las vigas a la vista y toques de color rojo.
Hay otras dos suites que también tienen su puntito romántico; la 6, abuhardillada y con una bañera redonda de hidromasaje, y la 5, un dúplex perfecto para familias. Entre las habitaciones dobles, las más especiales son la número 4, con vistas a la calle de La Cárcel, y la 7, con jacuzzi.
Bajo la puerta de cada una de ellas, un mensaje diferente que ilumina la entrada: ‘Vivir la vida es dibujar sin necesidad de un borrador’ reza el de la suite número 1.
Lo más curioso llega por la mañana. El desayuno continental está siempre incluido en el precio por cortesía de la Posada, sea cual sea la tarifa. Pero si necesitas levantarte antes de que comience el horario de desayunos, te dan la opción de llevártelo a la habitación o te obsequian con un vale para el bar de una gasolinera cercana que abre muy temprano, sobre las seis.
Tampoco puedes perderte una comida en su restaurante, donde dan el punto adecuado a la famosa ternera sanabresa, a las setas de la zona y donde por supuesto se pueden probar los excelentes quesos y cecinas que producen estas tierras de Castilla y León.
En la web de la Posada La Pascasia, muy completa, no hay que olvidar el apartado de Sorpresas, que propone paquetes eróticos, dulces, refrescantes, románticos… e incluso una opción ‘Sanabresa’ con ronda musical de gaiteros para ocasiones especiales.
Si no encuentras disponibilidad en las fechas que quieres, no te preocupes. Muy cerquita, también en el casco histórico de Puebla, hay otras dos posadas que comparten propietario, y en las que Óscar Somoza ha apostado también por el encanto y el estilo. La Cartería, uno de los clásicos del Turismo Rural en Castilla y León, y Las Misas, su segunda obra.
 
Sanabria, Puebla y su Lago
Desde la propia Posada La Pascasia organizan visitas guiadas por Puebla y actividades para disfrutar por los alrededores como rutas de senderismo, a caballo, en bicicleta, canoa o globo aerostático, porque Sanabria es una comarca zamorana que esconde mucho más de lo que muestra a simple vista.
También en las webs de Turismo de Sanabria, Turismo de Zamora y Turismo de Castilla y León hay mucha información sobre rutas y propuestas para pasar unos días inolvidables.
Pero si no tienes demasiado tiempo o prefieres saborearla sin guías, una buena opción es perderse por las callejuelas empinadas de la villa de Puebla, ‘la puebla’, como la llaman aquí.
Subir desde la propia calle de La Cárcel hasta llegar a lo alto, donde se encuentra el castillo de los condes de Benavente, con su imponente Macho, la torre del homenaje, la iglesia de Santa María del Azogue o la plaza Mayor.
Y bajar, perderse una y otra vez por cualquiera de las rúas de Puebla, disfrutando de su arquitectura tradicional de tejados de pizarra y mampostería, de miradores y balcones de flores, de curiosos detalles constructivos que personalizan tantas casonas rehabilitadas.
Desde la villa, se hace imprescindible una escapada al famoso Parque Natural del Lago de Sanabria, un espacio bucólico de origen glaciar cuaternario situado a unos 15 kilómetros.
Aunque parezca mentira, sus playas de arena invitan a tomar el sol como si estuvieses en el mismísimo mar océano. Es verdad que las temperaturas del invierno zamorano no resultan muy templadas, pero la playa cuenta con un bar-restaurante abierto durante todo el año con un solarium muy agradable. Para los días más benignos, las orillas del lago disponen de mesitas donde disfrutar de un picnic o un rato de charla.
Aquí, en el Lago de Sanabria, el catamarán Helios Costeau ofrece recorridos turísticos y didácticos, y cuenta la leyenda que el día de San Juan las personas caritativas pueden escuchar el tañido de la campana que reposa bajo sus aguas.
Rodeando la orilla, tras visitar las Casas del Parque, merece la pena acercarse un momento a Ribadelago el Viejo, donde perviven las pocas casas típicas sanabresas que dejo en pie la riada de 1959, con sus tejados grises y sus corredores de madera.
Otra visita obligada en el entorno del Lago es San Martín de Castañeda, con su Centro de Interpretación de la Naturaleza y las lagunas que pueblan la parte más alta del Parque, el cañón de Forcadura. Aquí está además uno de los albergues juveniles mejor situados de la REAJ en Castilla y León. Y, si tienes paciencia y un poco de suerte, podrás ver a los lobos que aún pueblan estos bosques en completa libertad.
Muy cerca, el Cañón del Tera; el castro celta de As Muradellas; la Sierra de la Culebra, con sus manadas de ciervos que protagonizan la ‘berrea’ a principios de otoño; o el Bosque del Tejedelo, una fascinante ruta para reencontrarse a solas con la naturaleza.
 
GUÍA PRÁCTICA:
 
Cómo llegar
Puebla de Sanabria está muy bien comunicada con el resto de España. Por aquí pasa la autovía A-52 que une la ciudad zamorana de Benavente, a unos 110 kilómetros, con las Rías Baixas gallegas. Además, la comarca cuenta con muchas alternativas para llegar en transporte público.
Para llegar  la Posada La Pascasia solo hay que seguir las indicacioines que conducen al casco histórico de Puebla. Si se tiene suerte, en la misma calle de La Cárcel, aunque peatonal, hay dos plazas de aparcamiento, una estratégicamente situada frente a la puerta.
 
Dónde Comer
Después de haber dado buena cuenta de la cena en el comedor de la Posada La Pascasia, y de una noche reparadora, nos acercamos a la recepción y pedimos a Soraya que nos recomiende más lugares para seguir disfrutando la gastronomía de la comarca.
Nos cuenta que en el restaurante Casa Paca encontraremos excelentes carnes a la brasa; en Las Misas un comedor muy bonito, con una terraza asomada al río y cocina tradicional; y que no podemos dejar de probar los boletus y la gastronomía sanabresa de La Cartería.
 
De Copas
A diario Puebla de Sanabria no es el lugar más animado del mundo para salir de copas, aunque eso cambia los fines de semana. Eso sí, hay locales muy especiales, en antiguas casonas solariegas rehabilitadas.
Para tomar algo a primera hora está bien La Taberna de las Ánimas. Y la noche puede seguir por ejemplo en el pub La Cárcel y en La Plaza de Armas. Sea invierno o verano, es imprescindible traer algo de abrigo, porque por la noche la temperatura desciende vertiginosamente.
 
De Compras
De Sanabria hay que llevarse a casa algunos de sus sabores más emblemáticos. La tienda Montelueño, al pie de la misma calle de La Pascasia, tiene excelentes productos elaborados en Sanabria, como habones, o jamones procedentes de su propia fábrica familiar de embutidos.
Además, la compra puede tener sorpresas, como un vale regalo para una degustación de ibéricos en su mesón-asador, que está en Cobreros de Sanabria, muy cerca de Puebla.
 

Comentarios

internauta (no verificado)

¡Cómo apetece encontrarse en Sanabria, diciéndolo así!. ¿Cuándo quedamos?.

Este otoño me parece buena época. Además, con estas recién llegadas aguas, en dos o tres semanas boletus habemus.

Enhorabuena. Un abrazo.

nereachocolate (no verificado)

Sanabria merece más de una visita. La zona es preciosa y se come muy bien. En el lago es una gozada bañarse y alquilar kayaks.