Melilla, una escapada a la mejor luz de África sin salir de España

EXPRESO - 12.01.2014

Texto y fotos: Ana Bustabad Alonso y Federico Ruiz de Andrés

Los que amamos a Melilla estamos hartos de verla sesgada entre rejas fronterizas, en recurrentes reportajes de investigación que pasan por aquí sin detenerse a descubrir sus encantos tranquilos, ni ese saborcillo multicultural que ha asumido como seña de identidad. Sin charlar con sus gentes acogedoras como pocas.
melilla
Decían antiguamente, cuando las comunicaciones resultaban caras y escasas, que a Melilla llegaba uno llorando y se iba también llorando. Nos propusimos contrastar el dicho, y desde entonces volvemos a menudo. Porque han de saber que esta ciudad entrañable, seductora y luminosa, engancha. Con esta luz intensa que solo hay en África, pero sin salir de España. Un lujo.
Bañada por las aguas del mar Mediterráneo, Melilla es en realidad cuatro Melillas: cristiana, musulmana, judía e hindú. Así que chilabas, ropas europeas, indias y kipás salpican sus calles sin orden ni concierto. Calles, por cierto, soleadas durante todo el año.
En su Triángulo de Oro, pleno centro, la iglesia del Sagrado Corazón, el oratorio hindú, la mezquita central del polígono o la sinagoga de Or Zoruah, estas dos últimas obra del arquitecto Enrique Nieto, alojan oraciones a sus respectivos dioses. Y, lo más curioso, todos participan de las festividades ajenas.
Fue precisamente Enrique Nieto, discípulo de Gaudí, el que convirtió a Melilla en la segunda ciudad modernista española, con más de novecientos edificios de este estilo arquitectónico, solo por detrás de Barcelona.
parador
Para comenzar a enamorarse de Melilla hay que amanecer en el Parador de Turismo, sin duda el mejor hotel de la ciudad, entrañable atalaya con habitaciones amplias y aterrazadas, y el servicio impecable de un equipo dirigido por Alexis Callejón. Cuando vayan, no dejen de saludarlo de nuestra parte.
Su gastronomía es un estupendo reflejo de esas cuatro culturas, y el restaurante acristalado, o su gran terraza, observatorios privilegiados en pleno centro de la ciudad, a dos minutos cuesta abajo de la plaza de Menéndez Pelayo.
Justo aquí, en un lateral de la iglesia, la cafetería Los Arcos sirve el mejor té a la menta de la ciudad. Buen punto de partida para una mañana o tarde de compras, porque en Melilla la ausencia de IVA – como en las Islas Canarias y Ceuta- hace que los precios sean mucho más baratos que en el resto de España.
No se pierdan un aperitivo en el bar del Casino Militar, en la elegante plaza circular de España, centro neurálgico de la vida social melillense desde hace décadas. Ni una parada junto a la pequeña locomotora Henschel & Sohn Cassel 020T que estuvo en servicio en la zona oriental del Protectorado.
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Bajando al puerto, el singular cargadero construido por la Compañía Española de Minas del Rif en los años 20 del siglo XX, acoge ahora algunos lugares apetitosos para comer o tapear, terrazas incluidas, que aquí apetecen en cualquier estación. Asómense al Mediterráneo y dejen pasar las horas contemplando los buques que llegan y se marchan.
Hacia el oeste, el Pueblo, ciudadela fortificada, regala al viajero vistas magníficas sobre el mar y el resto de la ciudad. Pero, sobre todo, un recorrido por la historia a través de sus túneles y fortalezas, sus fosos y fuertes. Porque Melilla no se puede entender sin sus militares.
Y al otro lado de la Ciudad Autónoma, cruzando el río de Oro, comienza el paseo marítimo desde donde Merche, magnífica cronista melillense, nos regala cada mañana en Twitter su #AmaneceMelilla. Al fondo, la vista termina inevitablemente en un espigón marroquí que el Gobierno español permitió construir hace unos años en nuestras aguas territoriales y amenaza con cerrar la ciudad.
plato
pueblo
Rodeando la playa, dos kilómetros de arena fina y Bandera Azul, los edificios más altos de Melilla, y algunos de sus mejores restaurantes. No hay que perderse los arroces y las parrilladas de pescado del restaurante Los Salazones. Ni los mariscos y los pescados a la sal de otro clásico, el restaurante Granada, mucho más conocido como Casa Juanito, en la zona que llaman ‘la Industrial’.
Tampoco los huevos rotos con puntillitas en La Traviata, en la calle del Ejército Español, o las buenísimas y baratas frituras de pescado del restaurante Wasabi, en el Cargadero del puerto.
Poco más les vamos a contar, en cuanto lleguen cualquier melillense les hará recomendaciones mejores que las nuestras, comenzando por el equipo de la Oficina de Turismo, en la céntrica plaza de las Cuatro Culturas.
Y es que contar Melilla es complicado cuando uno es ya prisionero de sus encantos. Nosotros volvemos cualquier fin de semana porque la echamos de menos, y en cada viaje dejamos algún rincón pendiente, excusa fantástica para la próxima. No solo monumentos, porque Melilla es mucho más que una ciudad turística, es una ciudad en la que apetece jugar a vivir.
frituras
Tenemos pendiente la ruta de cañas de nuestro amigo en Foursquare Emilio Folgar, y la recomendación de Luis Segura y Pedro Gómez de la Hermandad de Veteranos de Regulares: La Gaviota, un clásico donde hacen la plancha de maravilla. En la calle Castelar, la que sube al cementerio’.
Lo mejor es escaparse cualquier fin de semana, callejearla despacio, paladeando sin prisa sus aromas, su luz caliente, charlando con los vecinos en las terrazas al sol.
Es muy fácil llegar, porque Iberia Regional - Air Nostrum y Melilla Airlines cuentan con vuelos directos de poco más de una hora desde Madrid, Barcelona, Palma, Valencia, Granada y Málaga. Los barcos rápidos de Acciona Trasmediterránea la unen con Almería y Málaga, y los buques de la Naviera Armas con Motril.
Eso sí, una vez es suficiente para enamorarse de Melilla, y desde entonces rastrearán la Red a menudo en busca de ofertas para volver. Porque Melilla engancha. Avisados quedan.
 
Más información: 
Turismo de Melilla www.melillaturismo.com
calle 

Comentarios

Merche Melilla (no verificado)

Gracias amig@s por llevar un pcoo de este preciosa tierra al resto del Mundo, gracias por ese cariño que teneís hacia lso melillenses y muchas gracias por acordaros de mi en esta bonita crónica de esta Melilla a la que tanto quiero, ha sido un verdadero placer conoceros BS
Merche Melilla

Alexis (no verificado)

Estimados Amigos, es muy agradable leer un artículo así de bonito y que define tan bien nuestra tierra, Melilla. Es de apreciar, que personas con vuestra sensibilidad, capte el auténtico sabor de Melilla y lo plasme de una forma tan clara en vuestra crónica.
Gracias y un abrazo fuerte, desde esta maravillosa tierra, de Alexis.

internauta (no verificado)

Melilla mobiel Me korason
Melillabega plasa de espania
Motchograsias

Emilio Folgar (no verificado)

Viajar con el corazón
Cuando se viaja a corazón abierto, se perciben las realidades de las personas que viven en el lugar, se aprecian las inquietudes y se disfruta de la hospitalidad.
Un orgullo y placer leer una descripción tan fiel y cálida de Melilla y las personas que aquí disfrutamos de nuestro día a día. Un honor que os sintáis melillenses en vuestras visitas y enhorabuena por la descripción de este rincón y sus gentes.
Muchas gracias por la mención y pendiente queda para la próxima reventar el Foursquared! ;)